El Ministerio de Seguridad, como ente rector de la Fuerza Pública, se comprometió ayer con la seguridad del clásico que Alajuelense y Saprissa disputarán mañana en el Estadio Nacional.
El mismo jerarca de la cartera, Mario Zamora, aseveró en conferencia de prensa que las intenciones están encaminadas a impedir el ingreso de las barras bravas de ambos equipos.
“Vamos a efectuar un trabajo coordinado, y la seguridad operará antes, durante y después del partido”, comentó el Ministro.
La actividad contó con la participación de Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública, y los presidentes de Alajuelense, Raúl Pinto, y el Deportivo Saprissa, Juan Carlos Rojas.
Seguridad Pública está anunciando un operativo de 400 efectivos para velar por la seguridad del Nacional y sus alrededores desde las seis de la mañana.
La mayoría de los oficiales vigilarán las afueras del reducto pero se coordinará un contingente importante para apoyar a la seguridad privada en la gradería.
Además, el Grupo de Apoyo Operacional (GAO) y la Policía de Tránsito brindarán apoyo. Se harán controles en los buses que trasladen aficionados y se hará monitoreo con cámaras de video.
Ayer mismo se publicó en La Gaceta la Ley para la prevención y sanción de la Violencia en Eventos Deportivos.
La normativa incluye sanciones que impedirían a los infractores acudir a eventos deportivos entre seis meses y cuatro años.
Todas estas acciones vienen después de que varios antisociales vestidos de rojo y negro atacaron a aficionados de Cartaginés el pasado domingo, cuando el equipo azul se enfrentaba a la Liga en el mismo Estadio Nacional.
Quedan muchas entradas. Ayer en la tarde solo se habían vendido 12.000 de las 28.000 entradas que Alajuelense puso a disposición.
Según Marco Vásquez, vocero del club, hay otras 7.000 localidades que se reservan para los socios del equipo.
El directivo dijo que no tenían inquietud por la lenta venta de los boletos pues “la preocupación principal es la seguridad y la tranquilidad del aficionado”.
“Obviamente como institución uno quisiera vender más, pero la seguridad es prioritaria ahora”, agregó Vásquez.
En todo caso, esas 12.000 entradas vendidas representan un ingreso de ¢80 millones.
Asimismo, Vásquez agradeció el comunicado de La Doce, que ayer se comprometió públicamente a no asistir al clásico.