Un nuevo Herediano pero el mismo resultado favorable a la Liga

A cuatro minutos del final el Pato Rodríguez empató el juego y revivió los fantasmas

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Heredia. El Team maduró, cambió su plan de juego y fue mejor en la cancha. En términos de merecimiento quizá debería estar adelante en la serie... Pero eso a la calculadora Liga le importa muy poco.

El primer pecado florense fue no matar y dejar que el medio tiempo llegara sin que el marcador reflejara quien había sido mejor.

Solo Junior Alvarado, al inicio de la complementaria (49’), pudo ponerle números a la superioridad local al cazar un mal rechazo y rematar desde media distancia.

El segundo pecado fue falta de ambición para sentenciar la serie y dejar que Alajuelense se despabilara y, con el gasto justo, creara las opciones necesarias hasta conseguir ese gran botín que es un empate en la ida de la semifinal.

Lo refleja el hecho de que mientras Osvaldo Rodríguez retomaba un rechazo para cabecear el empate definitivo, al 86’, el zaguero Francisco Calvo aguardaba en la línea para relevar al afanoso Leandro Barrios y reforzar la defensa.

Saber esperar. Ya no es ese Herediano goloso que se iba alegre con todo al ataque. Ni huellas o titulares quedan de aquel avasallador equipo que dirigía Marvin Solano.

Este conjunto de César Eduardo Méndez sabe esperar, darle aire al rival y encontrarle las falencias para atacarlas. Aunque no sentencie.

De ese crear espacios fue que Leandrinho encontró bolas y espacios para complicar, una y otra vez, a la defensa rojinegra.

Yendrick Ruiz debió abrir el marcador, al 18’, pero su buen remate se estrelló en el horizontal.

Andrey Francis, de los pocos con libertades para corretear, también tuvo para rematar alguna que otra jugada desarrollada por Barrios, pero nunca tuvo la calma.

La desesperación no llegó en un cuadro cauto y oficioso para seguir buscando los espacios y tiempos adecuados. Un Team dominador.

León frío y calculador. Antes de que se abriera el marcador la Liga hacía un mal partido y poco le importaba. Mientras que los ceros no se movieran de la pizarra los erizos mantenían la ventaja de su lado.

Se le puede criticar a Óscar Ramírez por plantear una alineación más que resultadista de cinco defensores y poco interés en el ataque. Mas, entonces, al mismo tiempo se le debe alabar su efectividad.

Cuando los manudos quisieron, y no antes, buscaron el partido y supieron acorralar al local.

Apenas abierto el marcador Jerry Palacios pegó tremendo susto en un luchado contragolpe que terminó estrellado en el palo, al 55’.

Después, al 61’, Cristian Montero apenas pudo sacarle la bola de la línea al ariete catracho.

También, tuvo que intervenir el meta Daniel Cambronero, en un paradón que dejó a Kevin Sancho con el grito de gol en la garganta.

Todo para poco, pues siempre empató la Liga y el león transitará alegre el corto trecho que hay entre Heredia y Alajuela.