Un mensaje de Alonso Martínez al chat familiar fue el presagio de un estreno con nota alta en la Selección Mayor

El futbolista quería que su mamá, doña Flory, así como sus hermanos Carlos, Rodolfo, Jonathan y Wilson no estuvieran estresados por la gran prueba que tenía ante México

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Alonso Martínez sentía tanta seguridad para afrontar su primer partido con la Selección Mayor que quería transmitirle esa confianza a toda su familia. Y así procuró hacerlo desde Denver, Estados Unidos.

El futbolista imaginaba que su mamá, doña Flory Batista, seguramente estaba con los pelos de punta. Y que sus hermanos Carlos, Rodolfo, Jonathan y Wilson se encontraban igual que ella.

“Unas dos horas antes de que empezara el partido yo tenía los nervios al tope y yo mismo me decía: ‘Juepucha, qué duro, todo lo que la hemos pulseado y este es un gran día’; pero a la vez me daba tranquilidad, porque Alonso había hablado con nosotros en la mañana”, confiesa Carlos, ese hermano de Alonso que prácticamente es el responsable de que él sea futbolista.

En el chat de la familia, el jugador nominado para dejarse el premio como el mejor futbolista del Clausura 2021 quería que sus seres queridos en Isla de Chira, en Isla Venado, en Esparza y en Barranca simplemente disfrutaran de su primer partido con la Mayor, un juego en el que sería titular.

“Lo que él nos dijo fue: ‘Estén tranquilos, yo estoy muy contento, estoy como si hubiera estado hace mucho tiempo con la Selección, voy a dar lo mejor de mí y estén tranquilos, no tengan nervios’.

“Pero es que imagínese: ¿cómo no iba a sentir nervios uno?”.

Carlos no dejaba de pensar en cómo ese chiquillo que jugaba en la cancha del barrio Bocana, en la Isla de Chira, mostraba condiciones muy distintas al de los otros pequeños, principalmente por una velocidad que hoy es una de sus características.

Se le venía a la mente que estaba a punto de verlo disputar un partido importante con la Selección Mayor, en el Final Four de la Concacaf y que Alonso es aquel muchacho que él mismo llevó a los Juegos Nacionales de San Carlos, en 2015, en representación de Puntarenas.

En ese entonces hubo una eliminatoria y ellos, con ese equipo del barrio, llegaron lejos y Alonso fue goleador.

“Fue de mucho sacrificio ir a Juegos Nacionales con Chira FC, pagar pangas para el equipo, buses y quizás algunos ni tenían, pero algo hacíamos, como ventas y luchamos hasta poder ir. Actualmente, los chiquillos ven a Alonso y se ilusionan, porque dicen que quieren ser como él y jugar en un equipo profesional de fútbol”.

Así fueron los inicios, pero ese muchacho sigue subiendo peldaños y Carlos estaba listo para prender el televisor y ver a su hermano menor con la Mayor. Solo que una cosa era pensarlo y otra el experimentar esa mezcla de sentimientos al caer en cuenta de hasta dónde ha llegado... y lo que le espera.

“Para mí fue como un sueño hecho realidad, porque cuando andábamos con el equipo, yo en él veía un potencial y yo siempre soñé con verlo jugar en Primera División, en la Selección e inclusive este viernes le decía a mi familia que yo sueño con verlo en el Mundial”, contó Carlos Martínez.

En su relato, expresó que han sido como sueños que se van haciendo realidad.

“Yo sé que, según la capacidad que yo sé que él tiene, está para grandes cosas. Primero Dios que le dé las fuerzas y la sabiduría para que se siga manteniendo donde está y pueda hacer bien las cosas. Antes de empezar el partido, yo me acordaba de esas palabras que él nos escribió. Igual uno no deja de tener nervios”.

Ese hermano de Alonso, que fue su primer entrenador, pensaba en que el menor de la casa iba a jugar y contra México, en el partido más bravo que le toca siempre a Costa Rica.

“Lo meditaba y caía en cuenta de que Alonso tenía que ponerle porque como decimos nosotros, era la gran prueba que tenía y dependía de él. Yo confío en mi hermano, en lo que uno lo conoce, pero es muy difícil, porque es un ser humano y puede estar tan ansioso como uno”.

Sin embargo, a pesar de su juventud, las horas cancha y la confianza de ser titular en un club como Alajuelense lo han moldeado más.

“Alonso es una persona muy madura. Él es muy serio en lo que está y es que ha crecido muchísimo. Vea que inclusive lo que hizo fue decirnos a nosotros que no tengamos nervios, que está muy contento, que los compañeros lo han acuerpado como si tuviera años en la Selección”, subrayó.

Y agregó: “Nos dijo: ‘Yo voy a hacer mi trabajo, como si estuviera jugando en Alajuelense, como si fuera una final’. Y uno al ver que él tiene esa mentalidad, entonces uno está muy tranquilo, de saber que el hombre quiere luchar para salir adelante”.

A pesar de que la familia se ha reunido en otras ocasiones para ver los partidos de Alonso, en esta ocasión fue diferente.

“Me dejaron solo (ríe...). Mis otros hermanos viven fuera de la Isla y mi mamá estaba con ellos, porque andaba en unas citas médicas. Mi esposa y mis hijos andan de vacaciones en Cartago y me tocó verlo con unos primos. La pasamos bien, todos con nervios, pero cuando empezó el partido ya uno veía las primeras jugadas de él, como defendió, como atacó, ya eso fue generando la confianza que lo llevó a hacer un buen partido”.

¿Y el futuro? El nivel que muestra Martínez da para pensar que es un firme candidato para marcharse pronto al extranjero.

“Es un tema que mis hermanos y yo lo hablamos con él, somos muy comunicativos y lo llevamos por etapas. O lo aconsejamos a que sean etapas de la vida que hay que superar. Por ejemplo, nosotros le decimos que le ponga con la Liga, que le ponga con la Selección y que dé todo lo que tiene porque es una vitrina para su carrera, que le puede deparar oportunidades”, apuntó.

Pero a la vez, cuenta que tienen mucho cuidado y le ayudan a que él sepa que cada juego es una vitrina, pero con los pies en la tierra, porque aún tiene mucho margen de mejora.

“Es complicado, porque él no tiene que desenfocarse del momento en el que está. Él sabe que si llegó a la Selección es porque se lo ganó. Ahora que le ponga para ganarse el puesto, ayudarle a la Selección, que haga bien las cosas. Es por objetivos. Y él es una persona muy madura, es muy observador, escucha. Si uno le da un consejo, él lo analiza y lo pone en práctica”.

Carlos no sabe cuánto tiempo falta para que Alonso se convierta en legionario, pero está convencido de que esa es otra meta que el orgullo de Isla de Chira alcanzará.

“Esperamos que pronto se dé ese sueño que él desea y que nosotros también queremos como familia. Nosotros día con día le pedimos a Dios que cuando llegue ese momento se vaya a una liga muy competitiva, porque para él, lo que Dios quiera, pero es que tiene cualidades importantes”.

Al mencionar esto, Carlos indica que su hermano “tiene una velocidad impresionante, pero a Alonso le hace falta por explotar la definición, que yo sé que sí la tiene”.

“Tal vez ha errado en una última jugada. Por ejemplo, a él le falta como dice uno pegar a cancha, el tiro a marco que yo sé que él lo tiene y buenísimo. No más que no ha tenido la confianza para que llegue a explotarlo. Yo sé que va a suceder. Él lo tiene y con el tiempo esperamos que nos dé más alegrías”.

Él está en Isla de Chira y desde ahí espera un nuevo mensaje de Alonso, desde Estados Unidos, porque la Selección jugará este domingo contra Honduras, en el partido por el tercer lugar de la Liga de Naciones.