Sumar siete de los últimos 15 puntos posibles y estar a solo cuatro unidades del Uruguay de Coronado (41 a 37) es el aliciente más grande que tiene Carmelita para revertir su suerte y quedarse en la máxima categoría.
Carmelos y uruguayos escenificarán una verdadera final, cuando se midan este miércoles a las 8 p. m. en el estadio Alejandro Morera Soto. El ganador bien podría dar el salto definitivo para salvarse del descenso.
Los verdolagas toman el compromiso como su tabla de salvación para procurar evadir la Liga de Ascenso y saben que para ellos no habrá un más allá en su afán de quedarse en la Primera División. Además, vienen motivados por los buenos resultados, mientras sus adversarios tiene cinco partidos de no puntuar.
El volante José Adrián Marrero comentó que muchas gente los daba por descendidos, pero demostraron que son un equipo aguerrido y no se entregarán hasta el final.
"Para nosotros cada partido ha sido una final, hemos jugado con la presión en nuestra espalda en cada juego, pero hemos luchado contra todo. Nosotros venimos en alzada, puntuando y jugando bien, mientras que ellos (Uruguay) no pasan por un buen momento. Indudablemente tenemos que ganar este miércoles para mantener la esperanza y ver si al terminar el torneo nos alcanza", comentó Marrero.
Por su parte, Mario Víquez añadió que increíblemente, a pesar de tener una diferencia de 12 puntos con respecto al puesto 11 del Torneo de Verano al arrancar la segunda vuelta, aún están con vida.
"Todavía tenemos la ilusión de mantenernos en la Primera División y todo dependerá del resultado que obtengamos en casa ante Uruguay. Siento que jugábamos bien pero tuvimos una mala racha en la cual no puntuamos a pesar del esfuerzo que veníamos realizando", confesó Víquez.
"En el partido ante Cartaginés ellos (lecheros) estaban cabizbajos, totalmente lo contrario a nosotros que venimos en alzada y mantenemos la fe intacta de poder quedarnos en la máxima categoría una temporada más, pues dependemos de nosotros mismos".
Vinicio Alvarado, estratega carmelo, reconoció que la directiva fue paciente en los malos momentos y poco a poco el equipo alcanzó objetivos y, lo más importante, empezó a sumar puntos.
"Dependemos de nosotros mismos y vamos a morir en la cancha peleando por nuestra permanencia. Creo que es lógico que ellos vengan golpeados pues tienen cinco partidos sin ganar, mientras nosotros venimos creciendo. Es posible que ellos lleguen afectados por lo que están viviendo, pero debemos ir con todo porque es nuestra final", puntualizó Alvarado.