Corrían los primeros días de enero y Machillo trazaba la ruta: para destacar en la Concachampions iba a ser necesario dar vuelta al plantel para disminuir el riesgo de lesiones y encontrar alternativas en caso de que se dieran.
Hay que reconocerle a Óscar Ramírez los resultados de su planificación: la rotación de jugadores le ha dado a la Liga salud –ni un lesionado– y un vasto plantel en el que casi todos tienen ritmo.
Así se presenta la previa de las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, con un Alajuelense en gran momento y convencido de que su incursión en la élite del subcontinente no será efímera ni, mucho menos, tétrica.
También hay inspiración y se ejemplifica en el gran momento que atraviesa el delantero Jonathan McDonald, ese gran refuerzo del semestre que llegó para dar nivel internacional a un equipo que ya tenía el orgullo crecido tras eliminar a aquel vistoso América.
No todo es bueno en las tiendas rojinegras. Un dudoso arbitraje en Panamá deparó tres sanciones de peso: no estarán el goleador Jerry Palacios, el lateral José Salvatierra y el portero titular Patrick Pemberton.
Los sustitutos del meta y el carrilero son obvios: Alfonso Quesada y Kevin Sancho.
En el de Palacios dependerá mucho de lo que busque Machillo: si quiere voluntad inquebrantable está el José Guillermo Ortiz, quien se robó los reflectores al inicio del Verano; si busca velocidad e vértigo esta Allen Guevara; si quiere otra cosa la podrá encontrar, pues dispone de una planilla que se recargó de opciones después de golear al Herediano.
Además, la defensa es punto alto. Los manudos tienen cinco partidos sin permitir gol y están a 22 minutos del récord del Pachuca (525 minutos) como el equipo que más tiempo duró con la valla invicta en este formato de la Concacaf, que data del 2008.
El duelo se jugará con un Morera Soto llenó de aficionados motivados y dejados llevar por esa visión de Óscar: la de que esta Liga tiene lo necesario para llegar al Mundial de Clubes.