El Tribunal Disciplinario de la Unafut vetó el estadio Ricardo Saprissa por dos partidos debido a la invasión de los aficionados al finalizar la final entre el equipo local y Alajuelense.
El organismo determinó que el protocolo de seguridad que llevó a cabo el organizador el partido fue insuficiente y que lo anterior puso en riesgo la integridad de los protagonistas del encuentro, al punto que se reportó la agresión a jugadores del club manudo.
También se castigó a los tibaseños con una multa de ¢3.150.000 por el lanzamiento de objetos al terreno de juego, el uso de bengalas por parte de los aficionados, por la invasión masiva, por no proveer la seguridad suficiente para realizar la premiación de acuerdo a lo previsto y por permitir más personas de las debidas en la entrega del trofeo.
En el bando manudo, Jonathan McDonald recibió una sanción de tres partidos y ¢100 mil por la tarjeta roja.
Asimismo, al club se le sancionó con ¢200 mil por la conducta incorrecta de sus jugadores, pues al menos cinco futbolistas resultaron amonestados.