Heredia. Si las últimas dos goleadas ante Puntarenas y Santos podían haber dejado alguna duda, Herediano ratificó anoche que el estadio Eladio Rosabal Cordero es toda una fortaleza.
El Team despachó a Pérez Zeledón con la misma receta que solo tres días antes este le había propinado a la Liga, y hasta les alcanzó para darles un golcito de feria.
Un 5-1 contundente, una “manita” inapelable que, aunque pocos florenses se imaginaban posible, terminó desatando un ambiente de fiesta en toda Heredia.
Y es que Herediano pareció saltar al terreno con la convicción de que este no sería un juego tan sencillo como el último ante Santos.
Pérez Zeledón le plantó una doble línea de cuatro hombres que supo esperarlos y presionar en el momento justo.
Durante los primeros minutos, los cerebros florenses, Ismael Gómez y Yosimar Arias, no tuvieron la paz de otros juegos. Tardaban en tener la pelota cerca del mediocampo, cuando al menos tres rivales los rodeaban.
La solución fue abrir la cancha, desbordar por los costados y lanzar centros al área que pudieran encontrar alguna cabeza que enviara la redonda al fondo.
Así trajo Mambo la primera opción de peligro, al 11', tras un centro de Waylon Francis que Víctor Núñez prendió de chilena y se fue arriba por muy poco.
El camino estaba marcado y no tardó en traer frutos. Al 22', Gómez desbordó por la izquierda, centró raso para el Mambo, que dominó dentro del área, amagó un remate con derecha que dejó tendidos a dos defensas y tocó con izquierda para enviarla al fondo.
Con el 1-0, el Pérez que había sabido esperar intentó adelantar filas para buscar el empate, y más bien dejó espacio atrás que abrió el camino para un nuevo tanto florense, obra de Yendrick Ruiz.
El “9” rojiamarillo recibió de Núñez un gran pase a profundidad que lo dejó solo para batir al arquero generaleño.
El 2-0 pareció relajar en exceso a los florenses, que terminaron la etapa inicial encerrados en su campo y sufriendo el gol de los generaleños, en un cabezazo del volante Juan Diego Monge.
Fiesta. El descuento conseguido cerca del descanso hacía pensar que Pérez Zeledón se vendría encima en busca del empate, pero más bien fueron los florenses los que terminaron ampliando la ventaja y montando una verdadera fiesta.
Un cabezazo de Pablo Salazar, tras un centro milimétrico de Esteban Granados, al 56', y el segundo gol de la noche para Yendrick Ruiz, tres minutos después, hicieron delirar a la afición florense.
Cuando todavía faltaban 30 minutos por jugar, un repleto Rosabal Cordero cantaba el “ole”, hacía la ola y pedía a gritos el quinto gol.
El recién ingresado José Sánchez los complació al 84’ con un derechazo que dejó tendido al meta Luis Diego Sequeira.
Era lo que faltaba para que el Rosabal fuera un manicomio. Una goleada más y el boleto al segundo puesto...
Con decir que hasta el nuevo administrador del club, David Patey, terminó dando la vuelta olímpica tras el juego... Una locura.