¿Seguirá la rotación de porteros en Alajuelense?

Leonel Moreira atajó en el clásico y su rendimiento fue importante. Incluso, colaboró en la acción del gol

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Un partido Leonel Moreira y otro Miguel Ajú. Ese es el orden hasta el momento en el sistema de rotación que implementa Andrés Carevic en Alajuelense.

El clásico le tocó a Moreira y era un partido crucial, que podría marcar el rumbo de quién tendrá más regularidad en el arco erizo.

Podría marcar el fin de esa alternancia, o que continúe como ha sido hasta ahora. Es algo que el propio Carevic debe decidir y eso ya vendrá después.

Este fue el clásico de Moreira. Fue quien jugó y fue quien incidió de manera directa en el marcador.

Como el futbolista con más visión panorámica en la cancha, el guardameta de Alajuelense tuvo injerencia directa en ese gol que Carlos Mora marcó de manera temprana.

Metido de lleno en el partido, Leonel Moreira en el minuto 4 jugó rápido. La muralla defensiva de Saprissa estaba desarmada y la acción fue letal, al terminar con un gol de camerino de Carlos Mora.

Aportó en ofensiva y en el gol, luego siguió en lo suyo. Atajó bien y demostró que aquel Moreira que dejaba muchas dudas en torneos pasados, ya es tema superado.

Tampoco es que se conforma, porque de hecho hace poco afirmó que le gusta que lo critiquen, porque es su mejor manera de crecer.

Daba seguridad atrás, bien resguardado por Alexis Gamboa y por Giancarlo González. Saprissa insistía, pero la Liga apelaba al orden y él hacía lo suyo.

Ya al cierre del primer tiempo, falló en simular una falta cuando Juan Gabriel Calderón estaba ahí. De inmediato lo amonestó.

Era en ese instante en el que Saprissa buscaba equilibrar el marcador a través de la táctica fija. Esos tiros de esquina consecutivos eran su esperanza y se tenía fe.

Fueron varios y en el tercero llegaron múltiples cabezazos. En uno, el guardameta de Alajuelense hizo una tapada espectacular. La S insistía, uno pegó en el palo y en el otro, Kendall Waston anotó.

Leonel Moreira no logró dejar su marco en cero, pero también sabe que tuvo un buen partido. Y que eso no solo lo alegra a él, sino también al mismo Miguel Ajú. Al final, entre ellos lo que hay es una competencia sana.