Cuatro torneos sin un festejo es demasiado para el Saprissa, pues los certámenes sin festejos son realmente insoportables para los equipos grandes.
Por eso no extrañó que Alexandre Guimaraes, director técnico de la S, al hablar de la posibilidad de ir a la final, recordara que “hace mucho tiempo” su equipo no jugaba una.
El equipo tibaseño puede visar su pasaporte a la última fase del Campeonato de Verano 2012 siempre y cuando no pierda ante el Santos de Guápiles , en el Estadio Nacional, a las 8 p. m. de hoy.
Saprissa se impuso a los santistas, 1-0, el domingo pasado en su estadio, con lo que tomó ventaja en su respectiva serie semifinal.
El partido de vuelta se jugará en el Nacional, pues así lo decidió la dirigencia del Santos en pos de una mejor recaudación.
Al menos en ese punto ya consiguieron su objetivo, pues vendieron la taquilla a una productora por ¢50 millones.
Obligación. Los santistas deben vencer a la S por cualquier marcador para dejarla en la cuneta, merced a que los rojiblancos obtuvieron una mejor posición en la fase de clasificación.
Esa ventaja deportiva es la que los morados neutralizaron para este juego con su magro triunfo del domingo (gol de penal de Mynor Escoe, al minuto 3).
Para los dirigidos por César Eduardo Méndez, el punto en contra de sus ambiciones es que no conocen el triunfo ante el Saprissa.
Como agravante, en sus tres enfrentamientos previos en este toneo de Verano, fue incapaz de marcarle un gol al equipo de Guima.
Además, más allá del Zurquí, los guapileños no se ven tan sólidos y parecen propensos a recibir serios correctivos.
Recordemos que así les pasó en el juego de segunda fase ante el mismo Saprissa, ante el Cartaginés y el domingo pasado en los primeros 20 minutos en el juego de ida de esta serie semifinal.
Santos –que ayer exactamente 10 años atrás disputó el juego de ida de su única final– tiene poco que perder en este duelo de ida y vuelta..., pero mucho que ganar.
Hay que ser claros: pocos contaban con los santistas en las quinielas al inicio del certamen
Exactamente al revés le pasa al Saprissa: quedarse en esta ronda –sería la tercera ocasión al hilo– no entra en los planes de nadie en San Juan de Tibás.
Una despedida prematura causará un meneón, con sus consabidas réplicas, en los pasillos de la Cueva del Monstruo, algo que por lo general deja gente puerta afuera.