Saprissa va  a cumplir  un trámite

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La semifinal entre Saprissa y San Carlos perdió misterio el domingo pasado. A los morados les queda ahora nada más completar el trámite: hacer la fila y cobrar el cheque. Es una serie servida en bandeja.

La debilidad norteña es tema para una tesis en sicología del deporte: tienen todo para dar el gran salto, pero se asustan cuando se ven muy cerca de la cúspide.

Son Toros para la llanura, les da miedo la cumbre. Tienen un entrenador muy competente, buenos jugadores, un proceso respetable y un estadio que mete miedo. Hay afición, patrocinios, ligas menores, madurez deportiva ' Pero se quedan varados en la orilla. Saprissa, en automático y con un hombre menos, está resolviendo el acertijo. Igual que en la final del Verano 2010.

Que San Carlos pierda de visita ante un equipo grande no tendría nada de novedoso. Pero de local se empequeñece, y eso sí es extraño. Todavía queda el margen para un milagro, ganar de visita por dos goles en la Cueva , mas sería como quedarse viendo al cielo hasta que pase la estrella fugaz.

Para Saprissa tampoco es el mejor negocio ganar una serie con el mínimo esfuerzo. Si Heredia pasa a la final, llegará con el empujón de haber eliminado al monarca. Si la Liga revierte el marcador en contra, crecerá en autoestima de cara al duelo por el título. Si los morados terminan de amarrar su boleto, habrán cumplido un mero formalismo. Esas cosas también pesan.

Es como tirar un penal: el portero tiene todo que ganar y nada que perder. Si lo ataja es un héroe; si se lo anotan nadie le reclamará. El delantero, en cambio, está en la encrucijada opuesta: anotarlo es tan obligatorio como aprobar el kínder; cualquier otro resultado será un completo fracaso.

La oportunidad de lograr el título podría reflotar al entrenador morado Juan Manuel Álvarez, cuyo paso por el club (muy corto, eso sí) todavía no genera mayores réditos, especialmente en estilo de juego, muy plano la mayoría de las veces. Hasta cuando ganan.

En este semestre Álvarez no logró hacer química con los aficionados (conozco seguidores morados que no se saben el nombre). Tiene perfil más alto el preparador físico Marcelo Tulbovitz, espléndido en el trato con la prensa y la afición.

Las semifinales del Campeonato y la venta de Saprissa aplastaron la otra gran noticia de estas semanas, la locura de Unafut de programar una temporada de 56 fechas en el año. Ya habrá tiempo de retomar el tema, cuando pase la final, para ver la “lógica” detrás de semejante decisión.

Por el momento, parafraseando a don Julio Rodríguez, está claro que los ticos llegaremos tarde al Juicio Final, porque vamos a estar esperando a que termine el campeonato.