¿Quién lo iba a imaginar? Sin duda nadie.
Lo que parecía en el papel un juego accesible para el bicampeón, terminó con una dosis extra de sufrimiento ante el actual colero del campeonato.
El reencuentro de Saprissa con su afición después del “bi” no le resultó fácil. Nada fácil.
“Los equipos nos van a jugar con rencor”, sentenció Jeaustin Campos a mitad de semana.
AS Puma jugó con eso y mucho más anoche en la Cueva .
Los sureños le complicaron la vida al monarca en su casa, se aprovecharon de los errores morados en defensa y por poco salen con puntos en su visita a Tibás.
Así también lo permitió la S , que ayer volvió a dar señales de confusión en su parte baja, aunque con efectividad en ataque.
Dos características principales que lo acompañaron en el Invierno pasado y que de nuevo aparecieron en el equipo.
Virtud tibaseña, como es habitual, la de ir al frente desde el primer minuto a buscar el marcador. Gracias a ello, encimó a AS Puma, lo acorraló y muy rápido, en 14 minutos, ya tenía el 1-0.
Todo pintaba normal. El equipo que logró el título pasado ante el que lucha por no descender.
Pero, como el fútbol es tan impredecible, llegó lo inesperado para el cuadro saprissista.
Un grave error en salida de Keylor Soto le costó el empate y la roja al volante David Guzmán.
Otro descuido de terror. Un yerro de esos groseros en defensiva que dejan al portero indefenso.
Con el hombre de más, AS Puma llegó al empate y tomó un aire de grande en tierra ajena.
El equipo de Marvin Solano ganó un hombre en la mediacancha, logró controlar los pelotazos largos del Saprissa y sorprendió en una jugada de táctica fija a propios y extraños. Sorpresa digna de ver para creer, al 65’.
Entonces aparecieron los cánticos y el respaldo de una afición que aún está contagiada por la euforia que da un cetro.
Saprissa, arropado por su gente, se fue al frente, explotó al máximo a sus extremos, adelantó a Bustos Golobio y agregó a Jonathan Moya como punta y con esa variante resolvió un choque que se le escapaba de las manos.
Primero, con el empate de Heiner Mora y luego con el zurdazo fulminante de Deyver, de gran nivel ayer. La S arrancó con triunfo, pero con las mismas fallas que siempre le cuestan goles.