Saprissa sube en la tabla sin que su juego brille

Los morados sentenciaron un partido confuso y de poco futbol

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Cuando urgen los puntos y se consiguen, se celebra, sin importar cómo se hayan conseguido.

Ayer Saprissa fue todo fiesta; al menos tras el pitazo final ante el triunfo, 2-1, sobre Puntarenas. No era para menos. Volvieron a ganar en su casa, suben al segundo lugar del torneo y ahora los separa solo un punto del líder, Alajuelense.

Fue una semana difícil y confusa para los morados. Venían de sufrir una caída dolorosa en el último minuto contra Herediano y la bronca entre el lateral izquierdo Kraesher Mooke y el arquero Víctor Bolívar llevó nubes a su camerino.

Y así fue precisamente como se vio Saprissa ayer. Mucha actitud, sí, pero sin cohesión entre líneas, mostrando lo mismo de los últimos partidos y sin la alegría y el buen futbol de las primeras fechas.

Esas buenas presentaciones y victorias lo tienen hoy viviendo de la renta en cuanto a puntos; disputando puestos altos.

¡Pepe... qué golazo! Del juego de ayer hay poco qué decir. Faltas iban y venían; mucha disputa del balón en el medio campo.

Por un lado, el equipo porteño, que asustaba a los tibaseños cada vez que llegaba al marco de Grant. Por el otro, el conjunto morado con mucho control de pelota gracias al “rombo” de Tejeda, Cancela, Russell y Golobio.

Pero ese medio campo envidiable vivía un divorcio con los dos hombres de ataque, José Luis Cordero y Alejandro Castro, quienes pusieron entrega y pelearon todos los balones, pero hasta ahí.

Los minutos se agotaban, la paciencia se iba diluyendo en la clientela del Ricardo Saprissa hasta que llegó Pepe Cancela y como buen mago que es, se sacó del sombrero un golazo desde unos 35 metros para despertar del letargo al partido. Era el minuto 39.

El volante charrúa hizo recordar las palabras que semanas atrás su técnico Daniel Casas expresó: “Saprissa juega diferente dependiendo de si está o no Cancela”.

El empate porteño de Johan Venegas, al 79’, hizo aparecer los fantasmas en la Cueva. No era la primera vez que sufrían en un juego crucial en su casa por puntos para escalar posiciones.

Empero, apareció el brasileño Ricardo Costa, quien desde que ingresó de cambio, recibió la silbatina de los morados, pero al 87’ consiguió su primer gol con la S y de paso puso a su equipo como escolta del líder, con 27 puntos.