Saprissa se dio un banquete en medio de la escasez

Al primer partido de la semifinal entre Saprissa y Herediano le hizo falta más fútbol, le sobraron roces, tarjetas amarillas y polémica. Pero en esa situación, los morados aprovecharon momentos específicos para sacar una importante ventaja de 3-0

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Hubo pocas acciones con el balón como protagonista, faltaron ideas y oportunidades en ambos marcos, sobraron los roces, las tarjetas amarillas y la polémica, pero también sobró la eficacia del Saprissa. En medio de la escasez de fútbol, los morados sacaron provecho de sus momentos más lúcidos.

Esa fue la gran virtud del Saprissa, ser tan efectivo como para anotar dos goles con apenas dos remates a marco en el primer tiempo y luego aparecer con un contragolpe para ponerle números claros a la semifinal: ventaja de 3-0 en el juego de ida de la semifinal ante Herediano. Un marcador que por sí solo evidencia el buen panorama del club tibaseño y toma mayor relevancia por el tipo de partido disputado en la Cueva.

Las mayores emociones, precisamente, fueron los tantos anotados por Orlando Sinclair (8′), Jimmy Marín (38′) y Josimar Pemberton (90′). No abundaban las oportunidades y terminaron siendo suficientes, tanto como para montar una fiesta, al menos en las gradas, donde desde del pitazo inicial hubo serpentinas, humo morado y blanco, recordando las épocas en que se desconocía la distancia social.

Todo eso se convirtió en el preámbulo de una noche de éxtasis para la afición tibaseña, porque su equipo se convirtió en el nuevo favorito en menos de 45 minutos; le dio vuelta a una serie que tenía las apuestas del lado rival, porque Herediano llegó a la Cueva como primer lugar de la fase regular, invicto en los últimos 13 partidos y sin goles recibidos en cuatro fechas.

Saprissa acabó con todo eso y dejó sin soluciones al técnico Jeaustin Campos, quien intentó reaccionar con cambios desde el descanso. Sin embargo, nunca encontró respuestas claras, diferente al estratega Iñaki Alonso. Desde su banquillo sí hubo reacción casi inmediata de las variantes, a las cuales recurrió pasados los 70 minutos.

Michael Barrantes, Ariel Rodríguez y Pemberton participaron en la jugada del tercer gol, incluso saliéndose de la tónica que se había marcado en casi todo el compromiso, en el que hubo más discusiones que pelotas llegando a los arcos defendidos por Aarón Cruz y Bryan Segura.

En todo caso, siempre fue el guardameta florense el que vio más peligro de cerca. Nada pudo hacer cuando Sinclair apareció con un certero cabezazo en el área para ganarse de nuevo a la afición que tanto le ha costado.

Ese tanto llegó cuando los morados ni siquiera habían pisado con peligro el campo del Team. Hasta entonces era más el visitante, con una propuesta ofensiva que ni siquiera le duró diez minutos. El plan inicial se vino abajo y cualquier ajuste fue inútil.

Aparecieron las faltas, las discusiones, cuestionadas decisiones arbitrales... El juego del buen fútbol se convirtió en pedidos de expulsiones, futbolistas en el suelo, abundancia de amonestados.

Pero para Saprissa fue poco problema, porque se dieron un banquete cuando pudieron. Fallaron menos que Herediano y aprovecharon más; sino que lo diga Jimmy Marín, ubicado en el lugar preciso, en el momento adecuado. Mientras tanto, Keysher Fuller hacía un pésimo despeje que le hizo el trabajo más sencillo a su rival.

Con un 2-0, la fiesta de su lado y el empuje que tanto extrañaban de las gradas, Saprissa se apegó al contragolpe: envió un aviso desperdiciado (61′) y luego puso números con tinte de sentencia.