Saprissa resuelve una semana perfecta sin dejar el tono gris

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Sin aún convencer, Saprissa vive una leve mejoría y siente el principal empuje en la clasificación del Invierno; la victoria, 2-0 sobre un fajado Limón, le cierra una semana de nueve puntos y mucha recuperación de terreno en la tabla.

Fue el triunfo más tranquilo de la S en esta temporada. El equipo de Jeaustin Campos lució tan gris como su uniforme, casi siempre amarrado por una ordenada y trabajadora Tromba del Caribe , pero con los suficientes chispazos para llegar a acumular 22 puntos y acercarse a una sola unidad de un Cartaginés que apenas flota en la tercera casilla de este campeonato.

Los regates y corridas de Deyver Vega y la efectividad de Ariel Rodríguez, anotador de dos de las tres que tuvo claras (36’ y 79’), fueron lo más vistoso de la mañana.

Lo mejor: el lujo de que por fin un portero respirara calma en la meta morada. Donny Grant, ya definitivo titular, solo ocupó una intervención seria, en un tiro libre, para conservar la valla invicta.

Contener. Agobiado por las críticas, Saprissa no quiso volverse a jugar el chance de empezar perdiendo. Ayer no arrancó ese Monstruo avasallador como en los tres juegos anteriores en la era de Campos; más bien fue cauto y hasta dejó que Limón impusiera su ritmo.

Los caribeños se pararon con carácter en la Cueva . Mas fueron presa de su mentalidad de equipo chico, de una pasmosa falta de ambición para buscar el marco rival y no solo conformarse con cuidar la pelota o encontrar el córner.

Limón quedó encerrado entre el afán por gastar el reloj y el miedo a un contragolpe fulminante.

Así las cosas, el escaso mérito para los dirigidos por el novato estratega Kenneth Barrantes quedó en tapar efectivamente los espacios y llevar a los morados a un juego ríspido, trabado, de falta acá y dejarse caer por allá. Perder mereciendo más, pero perder al fin...

Variables. Vega, el mejor jugador del partido después del goleador, ingresó para moverse por el ala derecha, rápido se fue a la izquierda y luego, cuando se hizo evidente que el experimento de Diego Estrada como “falso 9” no era funcional, se soltó por todo el frente del ataque.

De la fina zurda y las explosivas corridas de Deyver salieron los únicos suspiros de la afición, ayer mucho más tranquila y complaciente que en juegos anteriores.

Solo así se dieron los espacios para el doblete de Rodríguez.

Pero tampoco tuvo todas las respuestas. Por momentos la S dejó la línea de tres y se acomodó con cuatro atrás. Heiner Mora también tuvo que transitar por todo el terreno hasta acabar como stopper cuando Adolfo Machado salió lesionado.

Mientras que Manfred Russell, del “10” al “5” y de vuelta a mixto, fue otro al que le tocó correr por toda la ardiente gramilla sintética.

Jeaustin avala la variabilidad de su equipo. También reconoce que, entre acomodar un nuevo sistema sin el tiempo para hacerlo, las lesiones y otras tantas bajas, este Saprissa sigue lejos de hallar su rostro definitivo. Sin dejar el color gris.