Saprissa soportó las ráfagas de la Tromba y sacó un punto de oro en campo minado (0-0).
El campeón midió fuerzas con un oponente que no le dio concesiones y estuvo a punto de tirarlo al suelo.
Al líder le faltó calma para arrodillar a su oponente y extrañó de gran manera la puntería de su goleador, Erick Scott, quien ayer se fue en blanco luego de siete jornadas en fila de quemar las redes.
Sin llegar a ser un tiroteo absoluto en la áreas, el juego fue bravo, intenso y atrevido.
En la mayor parte del duelo a los verdiblancos solo les faltó coronar con gol su mayor insistencia por herir a la S .
Erick Scott, Steven Williams y Miguel Marín, en ese orden, dejaron ir valiosas ocasiones para que los caribeños se fueran al descanso con cifras a su favor. De las tres ocasiones, la más limpia la desperdició Scott, quien frente al arco remató desviado.
Este Limón, puntualmente, no se fija en el escudo ni en los colores del uniforme rival, especialmente en el Juan Gobán, donde es casi intratable.
El equipo de Horacio Esquivel corre, mete y muerde para que su contrincante se sienta lo menos cómodo posible es un recinto convertido en caldera.
A raíz de lo anterior Saprissa no se sintió a gusto en el campo limonense. Salvo un remate de Ulises Segura que rebotó Dexter Lewis, en la parte inicial, los hombres de Carlos Watson se acercaron poco al área adversaria. Sí generaron una ocasión que bien pudo pitarse como penal tras una falta de Erick Marín sobre Heiner Mora.
No obstante, salvo ese detalle, el peso ofensivo lo cargaron los caribeños.
Insistente. La propuesta local se mantuvo invariable en el complemento, en el que, de nuevo, el arco saprissista sacó credencial de figura por su seguridad.
Antes de que le cayeran piedras al techo tibaseño, Lewis le ganó un pulso a Segura en una acción que pudo torcer la historia del juego apenas en el primer minuto del segundo tiempo.
Dany Carvajal se puso un chaleco de balas para bloquear un disparo de Michael Barrantes, quien poco después fue protagonista de una acción polémica. El volante remató de nuevo, la pelota la desvió Dave Myrie y el juez anuló el tanto por considerar fuera de juego de Steven Williams, quien estaba a la espaldas de Myrie.
Previo a ello, Scott había estrellado el esférico en el palo.
El juego se convirtió en un ir y venir en los últimos 15 minutos. Mientras la Tromba se volcó con todo por el gol, la S aprovechó que el campo se abrió para galopar con más libertad.
Watson leyó que Limón descubrió su parte baja y metió a Fabrizio Ronchetti y a Anllel Porras para sacar algo más que un punto. La apuesta sembró peligro, mas no así réditos en los cordeles limonenses.
Los líderes anestesiaron el contragolpe saprissista y conservaron el cero, un punto que no reflejó su perseverancia.