El Monstruo continuó anoche su proceso de recuperación. Al menos, ya no está en cuidados intensivos y con dos triunfos consecutivos sana de a poco sus dolorosas heridas.
La S mostró señales de repunte y de confianza en un grupo que trata de recobrar la credibilidad con su hinchada.
El triunfo ante Uruguay de Coronado por 3 a 1 fue labrado y en ciertos momentos hasta sufrido por el Saprissa , sobre todo después del descuento del volante Walter Silva, en el minuto 48.
En el estreno de Carlos Watson en el banquillo, los morados mostraron una cara y una idea muy similar a la del pasado domingo ante Pérez Zeledón.
La diferencia, esta vez, fue que el rival sí lo exigió y lo llegó a poner en serios aprietos a tal punto de desesperar a la afición local.
La propuesta no varió; incluso Watson repitió el mismo once de Douglas Sequeira y su fórmula de atacar fue la misma: el fútbol elaborado en mediacancha y la proyección por las bandas con los extremos Daniel Colindres (el mejor del campo) y Christian Bolaños, quien poco a poco recupera el nivel que hace 10 años lo convirtió ídolo en la casa tibaseña.
De destacar también es el trabajo de Ariel Rodríguez, de nuevo el encargado de enviar el balón al fondo. El triplete de anoche y sus cinco goles en la semana ratifican que despertó en las redes, en un momento clave para el club.
Me atrevería a decir que si el atrevimiento de Uruguay se hubiese dado desde el primer tiempo, quizás la historia sería otra, pues en la inicial no hizo más que replegarse y esperar a su rival.
Por esa razón, Saprissa mereció ganar, fue el equipo que manejó los tiempos del partido y que siempre estuvo incisivo en el ataque, mientras los lecheros apelaron más al contragolpe y a lo que pudiera hacer su figura, Alejandro Alpízar, anoche bien controlado por la zaga morada.
En una gran combinación entre Colindres y Rodríguez, Saprissa encontró el 1 a 0 en 27 minutos, justo cuando era dueño de la pelota y de las pocas acciones de peligro.
Con ese resultado en la pizarra, parecía que los locales tendrían la noche cómoda, dada la poca resistencia de los coronadeños hasta ese momento. Así lo reafirmaba el 2 a 0, apenas en el minuto 47, otra vez obra de Ariel, tras un gran pase de Bolaños.
Inmediatamente, sin embargo, Wálter Silva aprovechó el único descuido grueso de los saprissistas para darle vida a Uruguay.
El choque tuvo sus instantes más equilibrados en los últimos 20 minutos, pues se tornó un duelo de ida y vuelta que al final supo liquidar el Saprissa.
Ulises Segura recibió un balón por el costado y sirvió nuevamente a Rodríguez, que solo tuvo que tocar el balón para el 3 a 1.
El Monstruo empieza a carburar de nuevo, los tres puntos ante Uruguay le dan un gran respiro y desahogo entre tanta presión.