Saprissa sabía que una pifia en el juego ante el Portland Timbers lo podía sacar de la Concacaf. Y también sabía que un triunfo, como fuera, le ponía el boleto al alcance de la mano.
Anoche los morados sacaron la victoria (4-2) que les despeja, en parte, el camino a los cuartos de final de este torneo.
Matemáticamente solo un punto le basta al Monstruo para avanzar a la siguiente fase, aunque si el Portland cae en El Salvador, el 27 de setiembre, nada les quitará el pasaje a los saprissistas, justos ganadores de un intenso duelo en la Cueva.
En el primer tiempo la S tuvo un par de lunares, los goles del equipo visitante. Una pared entre el nigeriano Adi y Diego Valeri acabó con el balón en un rincón del portero Dany Carvajal, par abrir el marcador.
Apoyado en el inquieto Daniel Colindres, infatigable por la izquierda, el cuadro tico reaccionó y desarboló la parte baja rival.
Colindres arrastró marcas, envió diagonales y recuperó pelotas hasta que el marcador se nivelara. Lo intentó un par de veces de forma individual, pero está claro que lo suyo rinde más cuando apuesta a lo colectivo.
En el 32’ el extremo morado metió un balón con veneno al área, Ulises Segura apenas lo rozó, pegó en la pierna de Jermaine Taylor y se metió al arco.
Para cuando la redonda sacudió los mecates, el cuadro morado tenía rato de ser era amo y señor de las acciones ante un contrincante que se quedó en su esquina esperando que lo atacaran. Eso le costó irse al descanso con el marcador en contra.
Angulo, brillante en la noche, recibió una falta dentro del área que él mismo cambió por gol al 44’. Salvo el gol marcado en las primeras de tanteo, la oncena gringa fue noticia en Tibás por protagonizar algunos intentos de gresca que se enfriaron después de uno que otro empujón.
Tras un sobresalto, apenas en el arranque del complemento (4’), Angulo despintó el larguero al intentar sorprender a Jake Gleeson, quien por tercera vez vio cómo le movieron sus postes.
Con Mariano Torres a cargo de la sala de máquinas, el desempeño saprissista fue constante.
El argentino gestó la acción que Fabrizio Ronchetti convirtió en el 3-1, en el 60’, que parecía blindar el triunfo y provocó un sonoro ole en las tribunas.
Sin embargo, los tibaseños no apretaron lo suficiente y en cuestión de siete minutos el africano Adi frunció el ceño del saprissismo con un disparo a quemarropa. Machado se quedó corto en la presión y regresó la tensión.
El carrusel de acciones siguió su marcha y una mano fortuita dentro del área estadounidense le devolvió la calma a la S, ya que Angulo agrandó la brecha con otra pena máxima, en el 72’.
Salvo algunas turbulencias en los minutos restantes, el cuadro morado conservó la diferencia y se dejó tres puntos que le ponen más cerca del boleto.
Ahora tendrá que esperar la visita del Timbers a suelo salvadoreño (27 de setiembre) para saber si jugará de trámite en Portland o todo lo contrario, el próximo 19 de octubre.