El cierre de la primera vuelta del Verano solo puede ser alentador para Saprissa : se va a la segunda ronda con una goleada, el segundo lugar de la tabla y una curva de rendimiento que, aun con mucho por mejorar, va hacia arriba.
De los aires de crisis en Tibás la verdad queda muy poco y eso lo refleja bien el balance de la mitad del certamen. La S solo perdió un juego, empató cuatro y ganó los restantes seis, una matemática que al final solo supera Herediano por una única unidad.
Claramente no alcanza para lanzar las campanas al viento y dista mucho de ser una garantía para el éxito, pero sin duda sí pone una base de confianza sobre la cual trabajar lo que resta de la temporada.
La victoria ante los brumosos alivió también en algo la deuda con los grandes, un terreno donde hasta ayer el equipo de Rónald González iba “tablas”, pues Herediano y Alajuelense dejaron dos empates.
Sin embargo, ahí también descansa una ligera ventaja para esta parte que se viene, pues ahora le tocará a florenses y manudos visitar la casa del conjunto morado.
Razones. Pero más importante que ese balance que apunta hacia arriba son las razones que permiten en Tibás explicar la mejoría.
El cierre casi total del famoso hospital morado y el acertado fichaje de un grupo de refuerzos que esta vez sí están dejando réditos al cuerpo técnico, son sin duda las claves para entender por qué Saprissa es hoy segundo de la clasificación.
De ahí parte todo lo demás: una columna vertebral, variantes en el banquillo y la calma de los resultados, engranajes en ese círculo de bonanza que al final solo servirá si viene acompañado del título.