La expulsión de Juan Manuel Morales en el juego de ida de la semifinal ante Herediano , reavivó uno de los peores dolores de cabeza del actual cuerpo técnico de Saprissa : la lateral izquierda.
Esa posición sigue como el talón de Aquiles en un equipo que se precia de su competitividad en todos los puestos, o casi todos.
A la fecha, solo Morales y Michael Barquero son los laterales “natos” que tiene la S por esa banda, por lo que con el primero fuera la apuesta va por el segundo.
Sin embargo, el exbelemita carga una lesión que lo marginó de ese primer round ante los florenses y que podría repetir la historia en el que se avecina, a pesar de la esperanza que guarda Daniel Casas.
El técnico uruguayo aseguró esperar que a Barquero le alcance esta semana para ponerse a punto de cara al domingo; pero de no ser así, indicó que todavía tiene a sus dos “apagafuegos” en esa posición: Alexánder Robinson y el improvisado Deyver Vega.
Robinson, el dueño de la lateral derecha, apareció en dos ocasiones del otro lado en este torneo, con la condición de cederle a Jordan Smith su espacio.
A Vega también le tocó tapar ese carril en dos oportunidades, con todo y los problemas a los que se enfrenta un jugador como él, de confesa vocación ofensiva.
De todo un poco. Esos ensayos se explican en lo complicado que ha sido para Saprissa conseguirle un dueño a la lateral izquierda.
Antes de arrancar el torneo Kevin Arrieta fue enviado al equipo de Segunda División por un tema de rendimiento, dejando a Saprissa con solo Morales y el lesionado Kraesher Mooke.
Mooke se recuperó pero nunca vio un solo minuto. Más tarde fue separado por problemas ajenos al campo deportivo.
Morales se lesionó la rodilla y luego tuvo un problema migratorio, por lo que se trajo a Barquero para tratar de tapar la gotera.
El belemita, sin embargo, todavía se encontraba en su etapa de acomodo cuando vio la roja en el clásico nacional, lo que lo obligó a volver al banquillo.
Más tarde regresó pero cayó lesionado, malestar que precisamente tiene al equipo morado en esta nueva encrucijada.
Así, Saprissa busca un parche nuevo para un problema viejo, uno que hace rato intenta solucionar pero en el que sencillamente no ha tenido, cuando menos, suerte.