Santos se trae un punto con sinsabor del Puerto

Porteños siguen dejando puntos como locales y quedan expuestos en la tabla

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Puntarenas. Juego escaso de emociones y con un marcador que podría dejar con sinsabor a los guapileños, así empataron anoche, sin goles, Puntarenas y Santos.

La urgencia de puntuar en la casa naranja era evidente, los sotaneros le respiran de cerca y además eran locales.

No obstante, se toparon con el subcampeón nacional, un equipo ordenado, trabajador y que acostumbra a sudar su camiseta.

Anoche no fue la excepción. Los guapileños salieron con caras largas, quizá porque el empate fue malo y esto porque fueron mejores.

Empero, pensando fríamente, el punto les sirve, y mucho, para mantenerse en la pelea por un puesto en la otra fase del torneo.

Por su parte, el sabor en Puntarenas no fue diferente, pudieron perder en el trámite, el punto es valioso, pero quedan expuestos a lo que hagan o dejen de hacer Uruguay de Coronado y San Carlos, sus rivales en el fondo de la tabla.

El juego. Santos llegaba con mejor cartel, su triunfo ante el campeón nacional el fin de semana anterior lo motivó.

También fue más en el terreno de juego que Puntarenas, al menos en el primer tiempo.

Sin embargo, ese control de juego no se reflejó en el marcador, gracias a la imprecisión de sus delanteros en el marco de Viales.

La más clara fue el penal que el meta porteño Jonathan Viales le cometió a Diego Madrigal.

El propio portero chuchequero se encargó de enmendar el error con un tapadón en el cobro de Mario Víquez al minuto 26, ajustado a la derecha del arquero.

Santos no se desesperó y siguió su camino. Su línea de tres en el fondo lucía sólida, ordenada y casi impenetrable.

A ello se le sumaba el buen juego de su armador Roberto Porras, pero seguía careciendo de su referente, de su hombre gol, de su bujía, ese hombre por el cual su equipo juega de una manera u otra, dependiendo de si él está o no.

Por su puesto que se trata del goleador Cristhian Lagos, quien se encuentra con la Selección.

El ingreso de Johan Venegas para el complemento en Puntarenas le cambió la cara a su equipo, la balanza se niveló, pero sin fruto.

Los últimos minutos fueron los culpables de la desesperación porteña, se le fueron las ideas y todo era hacia arriba, en ocasiones sin ideas claras.

Fue entonces cuando Santos supo que estaba haciendo un buen negocio, por eso controló el balón, lo gastó y lo escondió.

Al final la paridad dejó intranquila a la parcialidad puntarenense, que se hizo presente en buena cantidad en el Lito Pérez, y de pasó le reclamó con fuerza el rendimiento al técnico Ronald Mora.