Santos, mártires de la metralla azul

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Cartago. Desde que ingresó a la Primera División en 1999, Santos no había recibido una paliza semejante a la que le propinó ayer Cartaginés, 7 a 1 en el Fello Meza.

Los guapileños ni siquiera lograron hacer el gol de la honra, pues este fue producto de un claro autogol del zaguero Josué Salas.

Tanto fue el abatimiento del técnico de Santos, Ronald Gómez, que no esperó que la prensa

deportiva, como es usual, acudiera por su opinión tras el desastroso papel de ayer.

Más bien Gómez le hizo honor a su apodo y salió “como una bala” del estadio brumoso.

Quizás Gómez prefirió no referirse al tema, luego de que hacía pocos días había manifestado que su equipo está para ser campeón del certamen de Invierno.

Al dolor por la estrepitosa caída se sumó la desazón santista al escuchar el coro del olé en las gargantas de la Vieja Metrópoli, exultantes hasta el delirio.

No era para menos, los brumosos no anotaban siete goles desde la cuarta vuelta del campeonato nacional del año 1974, además de que la habían tomado contra el técnico Johnny Chaves.

Con hidalguía. Contrario a la actitud evasiva de su técnico, los jugadores Pablo Camacho, Saúl Phillip y Johnny Cubero ofrecieron con sinceridad sus impresiones.

“Falló todo el equipo; no solo yo. Considero que me hicieron dos goles injustos. En el primero hubo un fuera de juego y en el penal, jamás toqué a Daniel Jiménez”, explicó el guardameta Camacho.

“Daniel es mañoso y fingió que yo lo había botado”, agregó.

Además del sinsabor por la pérdida, Pablo Camacho se quejó del maltrato constante que sufrió por parte de los aficionados brumosos a lo largo de todo el partido.

“Es duro mantenerse en la cancha mientras atrás te insultan constantemente; gente sin educación que me ofendió todo el tiempo”, dijo Camacho.

El capitán santista, Saúl Philips, dijo que, como sus compañeros, sentía verguenza por el resultado. “Jugábamos bastante bien en los primeros minutos, pero no sé explicar por qué razón nos caímos”, manifestó Phillip.

Finalmente, el delantero Johnny Cubero, visiblemente dolido, comentó que lo que resta es levantarse, recuperar el terreno perdido y enfrentar con todo a Saprissa, que será el próximo rival del Santos, en el estadio Ebal Rodríguez.