Santos, el pequeño gigante abandonado por su pueblo

Las gradas del Ebal Rodríguez se llenan solo con seguidores de los rivales. El domingo, la mayoría era de Herediano

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En los últimos dos años, el Santos de Guápiles ha sido el tercer mejor equipo en cuanto a resultados, solo por detrás del Herediano y Saprissa, pero parece que clasificar cuatro veces seguidas a la cuadrangular y luchar por un título a nivel de Concacaf ha sido poca cosa para los guapileños.

El Ebal Rodríguez es una cancha temida, ahí los locales no cayeron en la fase regular del certamen, pero las gradas lucen vacías en la mayoría de los partidos y cuando se llenan es porque abundan las camisetas de los equipos rivales.

Escuchar los cánticos de los adversarios es algo a lo que se ha tenido que mala costumbrar el equipo de Santos cuando recibe la visita de uno de los tres grandes del país. Ver a los aficionados alentando al visitante es lo más común para los dirigidos por Johnny Chaves.

Guápiles es el distrito primero del cantón de Pococí en la provincia de Limón, con una población cercana a las 37.000 personas, pero su cercanía a San José hace que la influencia futbolística en la zona este marcada por Saprissa y Alajuelense.

Si una de cada diez personas que vive en Guápiles fuera al Estadio Ebal Rodríguez, se llenaría, pues tiene una capacidad de 3.000 personas.

“Yo digo que cuando Santos sea campeón puede revertirse un poco, en Guápiles hay mucho inmigrante, mucha gente que ha venido de Grecia, Palmares y Turrialba. Yo voy en la calle y me dicen: ‘Bien don Johnny buen trabajo, Santos es mi segundo equipo’ y es una realidad que no va a cambiar a corto plazo”, explicó Johnny Chaves, técnico de los guapileños.

En el Clausura 2018, el equipo de Guápiles recibió 7.606 aficionados y recaudó casi ¢16 millones, según la Unafut, en un corte realizado a la fecha 20 del torneo.

Esa cantidad de aficionados coloca a los santistas en la sétima posición en cuanto seguidores en su estadio, por detrás de la UCR, Cartaginés, Liberia, Herediano, Alajuelense y Saprissa.

“Es una realidad que hay aquí en Guápiles, nos ha costado revertirlo. A veces es importante el calor de la gente. En el Saprissa la gente empuja a su equipo, estaba la saprihora. En Holanda en el último cuarto de hora la gente se para y empuja a su equipo, con lo que han logrado revertir resultados”, agregó Chaves.

De esos 7.606 que visitaron el Estadio Ebal Rodriguez, solo 3.558 compraron su entrada, lo que equivale a un 47%, pues los restantes aficionados ingresaron al estadio por medio de cortesías o como asociados al club.

Pese a que el abandono de los aficionados de la localidad es evidente, los futbolistas agradecen a los pocos seguidores que se hacen presentes al estadio, pero sin encontrar una razón para que los aficionados no los acompañen.

“La verdad al lugareño le falta darse cuenta, una afición le pide a un equipo resultados y ahí están. Lo que falta es un poquito más de arraigo. Tenemos un pequeño sector del cantón que sí es muy fiel, pero no entiendo por qué no nace ese gusanito en el pueblo. Si yo fuera aficionado estaría contento del equipo que tenemos. Sabemos que cuando vienen los equipos grandes van a llenar la gradería”, detalló Edder Monguío, capitán el Santos.

Los santistas, junto a Saprissa y Herediano, son los únicos clubes que han logrado clasificar a la cuadrangular en los últimos cuatro torneos, demostrando que lo que hace el Santos no es obra de la casualidad.

“Son situaciones que se presentan contra equipos grandes. Sabemos que Saprissa, Herediano y Alajuelense tienen aficiones muy fuertes. Nosotros, con los muchos o pocos que vengan, somos muy agradecidos. Los partidos son disputados sin importar lo que pase en las graderías”, comentó, Marvin Obando, zaguero del Santos.