Cuando un delantero tiene talento y olfato para ser también un goleador, no necesita de muchas opciones para marcar y sacar a su equipo de un bache.
Víctor el Mambo Núñez tuvo ayer ante Limón cuatro oportunidades para anotar y de ellas transformó tres en conquistas.
El histórico anotador del fútbol nacional levantó al Santos de Guápiles ante los limonenses, pues luego de estar 1 a 2 en el marcador, su equipo ganó 4-2.
Núñez fue clave. Con su triplete, el conjunto santista dejó atrás una racha de dos juegos sin triunfos y subió a la tercera posición del Invierno.
El partido entre guapileños y limonenses fue bueno, intenso y con la búsqueda del arco rival por parte de ambos clubes.
Apenas en el minuto 2, los locales abrieron la pizarra.
Núñez ingresó solo al área y aprovechó un centro por la izquierda de su compañero Berny Burke para sentenciar.
Parecía que el Santos de Johnny Chaves la tendría fácil en su casa, ya con el marcador arriba en tan poco tiempo.
Sin embargo, Limón empezó a ordenarse en el campo, a juntarse más entre sus volantes y delanteros y a tener la pelota.
Y producto de eso consiguió el empate en 22 minutos de juego.
Erick Scott se encontró un balón suelto debajo del marco para vencer al meta Johnny Aguilar.
Limón tomó fuerza con la paridad, se asentó aún más en el Ebal y empujado por el aliento de su afición, logró remontar en el 35’ luego de un contragolpe letal que empezó con un remate cruzado de Allan Duarte y culminó con Jossimar Pemberton, quien después de una serie de rebotes, envió el balón hasta el fondo.
El pecado de Limón llegó en el complemento. El equipo de Horacio Esquivel bajó la intensidad y le regaló la iniciativa a los anfitriones, quienes, nuevamente gracias a Mambo, llegaron al gol.
Núñez volvió a marcar en el minuto 52 con un remate de izquierda de media distancia y con la marca encima de Esteban Maitland. Picardía de un goleador.
Pero faltaba el triplete, que llegó en el 60’. Núñez definió en el área un medido centro del refuerzo mexicano Eder Cruz y no perdonó a Jairo Monge. Al final, Santos remató en el 90+1 y confirmó su repunte ante un emotivo pero muy intermitente Limón.