Con 37 años Max Sánchez está confiado en que aún le queda tiempo para disfrutar de lo que le gusta hacer: jugar al futbol.
El volante de contención no duda al negar que si el día de mañana sale de Limón este no será el último capítulo de una carrera que ya suma 20 años.
“Yo me siento muy bien, tengo 37 años gracias a Dios bien vividos y me siento muy contento. La gente podrá decir ‘Max Sánchez ya está viejo’, pero en la cancha la edad no juega, es el rendimiento. Eso de la edad es un mito, todavía hay rato para Max Sánchez”, afirmó.
Con 11 clubes a cuestas el jugador afirma entre risas que Evance Benwell, el dueño del récord con 13 camisetas, debe cuidarse, y aunque se siente satisfecho no niega que en su carrera aún tiene el hueco que le deja el no haber logrado vestir los colores de Alajuelense.
“Yo ya lo he dicho antes, el sueño de mi padre y mío era jugar con la Liga. Mi papá era el más liguista de los liguistas, y siempre desde que yo estaba pequeño tuvo el sueño de que alguno de sus hijos jugara ahí, algo que alguna vez estuve cerca de cumplirle”, asegura no sin antes evidenciar en su voz la tristeza de una meta que se le escapa.
Sánchez aseguró que en dos oportunidades se habló de su posible fichaje con los rojinegros y una de ellas estuvo cerca de cuajar.
“La primera vez se habló por encimita y luego no se dio. En la segunda me reuní con el presidente Rafael Ortiz, todo estaba listo y yo nada más esperé la firma para sorprender a mi papá, pero me dijeron que no porque al parecer alguien llegó a hablarle a mis espaldas a don Rafael”, recordó.
Aún así, pese a este lunar, Sánchez asegura estar contento de todo lo que ha vivido a lo largo de su carrera, aseguró recordar con cariño su paso por cada uno de los clubes, y agradece a Dios la oportunidad de haber logrado ser futbolista.
“He aprendido mucho, estoy muy contento. He pasado momentos bonitos y feos, alegres y tristes, con algunos equipos estuve en lo más alto y en otros ese objetivo no se pudo, he conocido mucha gente, muchos lugares, muchos países, y estoy muy contento de que Dios me dejara cumplir mi sueño que fue ser futbolista”, añadió.
Su paso por la Segunda División con Grecia, terreno desconocido para él, asegura fue una experiencia que le ayudó a crecer como persona y jugador, pero nunca dudó en que era algo solo temporal.
“Fue un paso más, yo soy una persona muy luchadora y nunca dejó que las cosas se me vayan fácil, en Grecia aprendí mucho, y ahora estoy aquí, de regreso”, finalizó.