¿A un mes de su salida de Saprissa, qué planes tiene?
El lunes me voy para Europa, voy un mes a realizar unas pasantías con el FC Porto (Portugal), el Real Madrid (España) y el AZ Alkmaar (Holanda). La idea es ver entrenamientos, estructuras deportivas, ver partidos, que también es interesante. Normalmente con este tipo de pasantías la intención es refrescar y mejorar conceptos, ver cómo manejan las estructuras de ligas menores, en eso el Porto es un gigante en Europa y ni qué decir del Real Madrid.
¿Es una iniciativa personal o va como parte de un programa?
Es algo mío, lo hice a través de contactos con algunas amistades.
¿En qué ha concentrado su tiempo desde su salida de Tibás?
Descansé. Inmediatamente después de mi salida tuve opciones para dirigir equipos en Costa Rica que muy amablemente me buscaron y también tuve algunas ofertas de Guatemala, pero me voy a dar un espacio estos meses para retroalimentarme, prepararme y por supuesto para descansar un poco de lo que venía haciendo hace 8 o 9 años, hacer una pausa, recargar baterías, ver cosas nuevas, todo eso para poder entrar después ya con nuevos ánimos al siguiente reto.
¿Su intención es volver a dirigir afuera o no descarta mantenerse en el fútbol nacional?
Lo he pensado, lo primero ahorita es prepararme, ya descansé un mes y luego no voy a ocultar que la expectativa está en ir a dirigir afuera, pero tampoco voy a cerrarle las puertas a alguna posibilidad acá, tendría que ver las opciones que existen para tomar la decisión.
¿La posibilidad de volver a la Fedefútbol en algún proceso de liga menor le sigue atrayendo?
También está dentro de lo posible, especialmente si es algo que empieza de cero. Me gustaría si fuera a agarrar algo de mediano plazo, donde se pueda trabajar, algo como lo que hice para Egipto 2009 y Colombia 2011, por eso me quiero ir a nutrir bastante en ligas menores.
Siempre se dice que los banquillos de equipos grandes traen consigo una carga pesada para cualquier técnico. ¿Resintió eso al final de su gestión en Saprissa?
Claro, lo sentí inclusive ganando porque la exigencia se duplica, las expectativas crecen... En todos los equipos grandes pasa, siempre va a tener los ojos encima, estar bajo la lupa, la gente siempre se hace exigente y menos tolerante, incluso después de ganar un título. Entonces sí, hubo un desgaste importante, pero también me quedó una gran satisfacción que fue ganar ese título 30 con Saprissa.
¿Fue todo lo que esperaba ese pasó por el banquillo tibaseño?
Tengo que decir que sí, eso fue lo que siempre soñé, como jugador y como técnico. Estoy súper contento de haber estado allí, de haber ganado y haber entrado a la historia con esa estrella 30, muy orgulloso de todo lo que se consiguió.
¿Apuntará a equipos de ese mismo nivel en el futuro?
Pues sí, la ilusión es esa, a no ser que sea algún equipo que tenga la proyección de hacer algo a largo plazo, pero la verdad me encantaría volver una vez que pasen estos meses a tener esa exigencia que tenía en Saprissa, esos retos me gustan y sin duda es lo que me atrae.
¿Cómo ha sido el regreso a esa cotidianidad fuera del fútbol?
La verdad me ha ido súper bien, la gente me ha hecho sentir muy bien, no he recibido ningún comentario negativo y con lo de Saprissa me he mantenido al margen, he visto algunos partidos, no todos, no he querido meterme mucho. En la parte mediática esta es apenas la segunda entrevista que doy, quería que las aguas volvieran a su cauce, que esto pasara y así fue.
¿Está en conversaciones con algún club o selección?
Hubo ofrecimientos recién terminé con Saprissa de aquí y de Guatemala pero las rechacé por eso que dije, porque no era el momento. Si esas ofertas llegan en enero las analizaré con calma, pero de momento no estoy conversando con nadie.