Rodolfo Villalobos recibe tres ‘golpes’ que reflejan su desbalance político

Artículo de opinión. Rodolfo Villalobos arruga la cara cuando se le pregunta sobre la política del fútbol, no le gusta abordar el tema. Él quiere reelegirse en el cargo, aunque no lo dice abiertamente

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En el mes de agosto del 2023 los 32 asambleístas del fútbol nacional decidirán si reeligen a Rodolfo Villalobos por cuatro años más al frente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), o apuestan por un cambio. Nada está decidido en este momento, pero el actual presidente ya recibió tres golpes que le mueven las bases si busca esa reelección.

Porque aunque hoy él diga que no piensa en eso, de seguro lo quiere. Incluso, en los planes está aspirar a un cargo en la FIFA que hoy ostenta Panamá.

Cuando a Villalobos se le toca el tema político, se le apaga la sonrisa. Es más, tiene la osadía de decirle a la prensa, en plena conferencia, que este no es un momento para hablar de temas políticos, como si él decidiera cuál es la formulación de preguntas que un medio puede hacer frente al micrófono.

Cuando se trata de exponer el partido que disputan los de pantalones largos atrás de bambalinas, el tema no les parece, no se sienten cómodos. A Rodolfo Villalobos le molesta que se diga que buscaba votos, junto con Orlando Moreira, integrante de Fuerza Herediana, para procurar la reelección del fiscal William Sequeira, quien tiene 11 años en la silla y finaliza esta semana en el cargo, ya que perdió la contienda incluso antes de llegar al pulso de votos con Carlos Ricardo Benavides, quien asumirá el primer día de setiembre.

Vamos a explicar el escenario, el presidente de la Fedefútbol tiene mayor afinidad política con el Herediano. Orlando Moreira, dirigente de Fuerza Herediana, llegó al Comité Ejecutivo en mayo del 2021 y desde ahí se inició la cercanía con el presidente.

No se puede negar que en la vida política de la Unafut, el Herediano tiene un peso importante. De 12 equipos, la tercera parte pertenece al bloque de Herediano, con Guanacasteca, el Municipal Grecia y Guadalupe FC. Además, suelen tener el apoyo del Santos de Guápiles y del Municipal Pérez Zeledón.

Esto provocó que equipos como Sporting, Alajuelense, Saprissa, Cartaginés, Puntarenas y San Carlos se apoyen, aliados a la Liga de Ascenso (Liasce), que tiene cinco votos en el Comité Ejecutivo de la Fedefútbol y siete en las asambleas ordinarias, para conformar un grupo que haga contrapeso en algunas de las decisiones a tomar.

No debe olvidarse otro actor importante: la Liga Nacional de Fútbol Aficionado (Linafa), que tuvo una injerencia vital para que se diera el golpe de timón en la fiscalía del fútbol nacional.

El fútbol amateur tiene seis votos, de 32, en las asambleas ordinarias, y fue el botín por el que Villalobos y Moreira, según dicen en el anonimato mis fuentes, lucharon hasta 12 horas antes de la asamblea anterior, tratando de equiparar las fuerzas de cara a la votación. Sin embargo, no lograron el objetivo y esto provocó que William Sequeira presentara la renuncia para su reelección a pocas horas de celebrarse la asamblea ordinaria. Obviamente, pocos tienen la humildad de exponerse a la derrota.

Rodolfo Villalobos no maneja los hilos políticos en este momento y hay tres escenarios que lo sugieren. El primero es que la conformación del Comité de Ética, luego de año y medio sin sesionar, se realizó de acuerdo a las personas que impulsó Liasce junto con otros equipos de la Unafut.

En el seno del Comité Ejecutivo dirán que fue una decisión unánime, pero toda postura puede ser unánime cuando en el tanteo para ver los votos, se dan cuentan que no tienen apoyo.

Aunque el acuerdo para el fiscal también fue unánime, atrás queda oculto el sondeo previo a la votación para ver con qué apoyo cuentan mis candidatos; el panorama no era el que esperaban. En la votación, Herediano y Guadalupe se abstuvieron; Santos no se presentó.

Otro caso es la intención de Villalobos de realizar un cambio en la secretaría general de la Fedefútbol, él le solicitó la renuncia al secretario general, Gustavo Araya. ¿Por qué la renuncia? Difícilmente lo lograría por decisión del Ejecutivo, el órgano con potestad para sustituirlo, donde Araya cuenta con el respaldo de la mayoría, más allá de si Villalobos ayer lo llevó y mañana no lo quiere.