El presidente de la Federación Costarricense de Fútbol asegura que el primer paso para mejorar el arbitraje es que la nueva Comisión esté conformada por exréferis.
Además, señala la importancia de capacitar asesores, para que estos analicen con los silbateros la labor tenida en los partidos.
¿Cuál es el perfil que buscan para la Comisión de Arbitraje?
Lo primero que debo decir es que hicimos la consulta a FIFA y ya no tiene que ser miembro del Comité Ejecutivo de la Federación. Eso antes era requisito, ahora está abierto, pero nosotros no lo vamos a aplicar, no será miembro del Comité.
Vamos a hacer una Comisión de Arbitraje de exréferis, con un grado de experiencia dirigencial y/o con capacidad demostrada para manejo de grupo. En este momento abrimos el cartel para que miembros del Comité Ejecutivo puedan proponer nombres y esos nombres serán evaluados el próximo miércoles (9 de noviembre) y de ahí tomaremos cinco que integrarán la próxima Comisión.
¿Ya usted tiene nombres en el radar?
No quisiera empezar a especular de nombres, quedó abierto para que puedan proponer nombres; ya hay exárbitros que han llamado, que les interesa colaborar.
¿Esto lo hacen para fortalecer falta de experiencia del anterior presidente?
Creo que los que hemos estado dentro, me incluyo, tal vez nos falta un paso más para poder estar y entender muchas cosas que ocurren. Vamos a apostar para que el gremio sea manejado por exárbitros, pero controlados. No es que nos vamos a meter, que no se mal entienda, pero sí estarán bajo lineamientos.
Hay que tener una combinación entre jóvenes y experiencia, pero no podemos poner sobre la espalda de jóvenes un campeonato, tiene que haber un equilibrio.
¿Fracasó la Comisión anterior?
Fue una Comisión muy valiente, le dieron oportunidad a muchos jóvenes que otras comisiones no se atrevieron, le dieron oportunidades a árbitros que han levantado la mano. Su error (de la Comisión) fue haberlos precipitado, no haberles dado el debido proceso que tienen que tener para adquirir una madurez.
Esta Comisión dejó un legado de árbitros jóvenes que levantaron las manos, pero nosotros vamos a encargar a la nueva Comisión que los guíe de forma correcta.
¿Por qué siempre se viven los mismos problemas?
Creo que ha habido errores señalables, pero también muchos jugadores y entrenadores se han valido de la crisis arbitral para descargar muchas frustraciones en el arbitraje.
No existe el árbitro con el juego perfecto. Nosotros reconocemos que el arbitraje está pasando por una crisis general, pero esperamos que con la nueva Comisión y los lineamientos mejore. Es importante señalar que esto es un tema integral, no es solo renovar la Comisión, sino aceptar la revisión post partido, revisar las preparaciones.
La ventaja de tener exárbitros te permite tener criterios de personas que estuvieron dentro del terreno.
¿También hay problemas de capacitación?
La metodología de evaluación se debe revisar para ver su estado. Hay un puesto importante que en Costa Rica estamos trabajando, el de asesor. Esa persona va a los partidos y hace la calificación del árbitro y se sienta con él a revisar el partido. El secreto para mejorar es tener buenos asesores que evalúen a los árbitros. Estamos en proceso de creación de asesores, pero todavía no tienen la experiencian tan amplia y la credibilidad para hacer evaluaciones. Hemos hecho cursos de asesores, para tener de 9 a 10 y cuando tengamos gente capacitada no tengo duda que la mejora en el arbitraje se notará.
¿Hay un retroceso en el arbitraje?
Depende de cómo queramos verlo. Quizás hemos vuelto a polémicas arbitrales con mucha noticia, pero hay un legado importante de esta Comisión de árbitros jóvenes y no todo es negativo, hay más cosas positivas que negativas. Ahora la nueva Comisión tendrá ese material para poder ir guiando mediante un proceso correcto.
¿Los errores son de apreciación o por mala aplicación del reglamento?
Creo que hay de todo. Faltan directrices generales, por ejemplo, yo desde que fui presidente y hasta hoy, no me gusta el árbitro prepotente que incita al jugador, que llega de forma agresiva. La autoridad se puede tener con elegencia, no hace falta tener un lenguaje corporal agresivo o prepotente. Ahora vamos a dar los lineamientos para que esas cosas se modifiquen.