¿Reconoce estos estribillos?

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

“Como te digo, le pusimos ganas pero así es el futbol y hoy nos tocó perder”... “Lo intentamos por todos los medios, pero Diosito no quiso que ganáramos; a ver si en otra se nos da”... “No queda más que seguir luchando y poniéndole ganas. Por suerte en el equipo sabemos de qué estamos hechos”... “Estamos con la moral al tope y vamos a sacar este resultado”...

“Ya estoy recuperado y trabajando a conciencia, pero bueno... el que manda es el profe y él decidirá cuándo darme otra oportunidad”... “Allá en nuestro estadio la historia va a ser otra porque nuestra cancha se respeta; este marcador lo revertimos fácil”... “Estoy analizando opciones sobre mi futuro pues tengo varias ofertas internacionales”... “Estamos claros que no hemos ganado nada”... “De aquí en adelante cada partido es una final”...

“Para nadie es un secreto que nos afectó el arbitraje”... “Estamos saturados, agotados, por tanto partido seguido”... “La bola estaba muy rápida y nos costó controlarla”... “Nos afectó jugar el segundo tiempo en contra del viento”... “Nos desconcentramos en las jugadas de bola muerta”... “Perdimos el partido pero dominamos ampliamente”...

Y ahora un episodio que ocurrió en una cabecera de provincia durante la década de los 90 del siglo pasado: el fuego estaba consumiendo una edificación a plena luz del día y ante la mirada de cientos de curiosos. De repente, un periodista de una emisora descubrió entre la multitud a un destacado futbolista del campeonato de la primera división. “Se encuentra aquí Fulano de Tal (me reservo el nombre), a quien le pedimos nos cuente su versión sobre este incendio”, dijo el reportero. La respuesta empezó así: “Bueno, primero que nada un saludo a la afición...” Ese era el estribillo en boga en aquellos años.

Claro, no deja de tener razón un amigo economista que sostiene que una de las razones por las que los jugadores de futbol repiten las mismas oraciones es que muchos reporteros deportivos les hacen siempre las mismas preguntas: “¿Qué les dijo el profe en el camerino?”... “¿Qué le faltó hoy al equipo?”... “¿Van a intentar empatar el marcador en el segundo tiempo?”... “Sutano, nárrenos el gol”... “Lo vimos conversando con Mengano, ¿de qué hablaban?”...

Ahí se las dejo picando...