Porras fue testigo del desorden en Liberia Mía

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“Vea, eso en Liberia Mía en verdad era un desmadre”. Sin tapujos ni pelos en la lengua, el exjugador liberiano Randall Porras describe lo que vivió varios años con ese club guanacasteco.

“Cuando yo estuve en Liberia, mi patrono tenía que pagarme seis meses y solo me pagó uno, gracias a Dios tuve preparación en otra materia y me pude defender durante ese período”, manifestó el hoy jugador del Santos.

El volante de contención indicó que mientras estuvo por tierras guanacastecas le tocó ver cómo sus compañeros vivían diversas penurias para salir adelante.

“Ellos no podían estar creyendo en falsas expectativas, ni esas cosas de que estamos haciendo un esfuerzo por pagarle, pues ellos tenían que velar por sus familias.

“También tuve que prestarle dinero a un compañero para que pagara la luz y así no le cortaran el servicio”, expresó Porras.

El conocimiento de la parte legal (en unos meses presentará su tesis “Prestaciones Laborales en Materia Deportiva” para licenciatura en Derecho) le permitió a Porras no “hacer loco” con sus salarios pues sabe que los contratos son temporales y por eso evita comprometerse con pagos, más si no se tiene seguridad de recibir el dinero.

De los equipos en los cuáles militó en el país, Porras dijo que solo en Saprissa recibió un aguinaldo, mientras en Pérez Zeledón y Osa tuvo problemas de atrasos.