Popovich contra Spoesltra, finales de la NBA se definen en el banquillo

Gregg Popovich saca ventaja por su experiencia y control absoluto de los Spurs

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Las finales de la NBA están cumpliendo las expectativas de ser reñidas. Una de las series por el título más tácticas de los últimos años.

Un ajedrez sobre la duela.

Tanto Gregg Popovich como Erik Spoelstra son maestros del armado táctico. Estrategas capaces de acomodar sus equipos al minuto y no morir confinados a un estilo.

Así son estas finales: tiempos fuera cada que alguien se aventaja y reacomodo de la defensa cuando el rival encuentra el antídoto.

Los dos coach, Pop y Spo, están entre los mejores entrenadores de la liga en cuento a eficiencia después del tiempo extra. Rara vez no funcionan las jugadas que dibujan en el tabloncillo.

Popovich, dictador de los Spurs desde 1996, tiene mayor control. La forma ciega en que lo siguen sus pupilos es sui géneris en la NBA.

Al joven Spoelstra (42 años) le cuesta más ver sus órdenes plasmadas, pero incluso LeBron James sabe cuando obedecer.

Un Heat más polivalente. A favor del entrenador de Miami está el tener más cartas para barajar el destino. James puede ser escolta, como en la derrota del juego uno; puede ser alero de poder, como en la victoria del segundo partido.

El Rey, uno de los jugadores más completos que ha visto el planeta básquet, incluso hace horas extra como base armador o como centro si la jugada lo demanda.

Dwyane Wade y Chris Bosh también son versátiles y desde la banca, jugadores como Mike Miller y Ray Allen, mostraron ser cuchillos de tercera dimensión en el triunfo del domingo.

Popovich también tiene muchas piezas, con mayor profundidad en la banca; pero no cuenta con tantos jugadores determinantes y siempre debe estar atento a no desgastar a sus veteranas estrellas.

Precisamente, en el partido que emparejó la serie la posición de LeBron como ala-pivote fue lo que marcó la diferencia. Tiago Splitter y Tim Duncan nunca se pusieron de acuerdo sobre quien debía marcarlo (ninguno puede igualarlo en velocidad e impulso).

James acabó con solo 17 puntos, pero su sacrificio en la pintura valió para alimentar buena parte de los 10 triples de los locales.

Asimismo, fue un baluarte en la defensa. Hecho del que fue testigo Splitter con el magnánimo bloqueo del que fue víctima.

Sin embargo, no hay que adelantarse. La segunda partida la ganó Spo, pero seguramente que Pop tendrá el remedio listo para el tercer partido. Así serán estas finales: difícilmente una fórmula funcionará dos veces.