Pérez Zeledón halló su alma guerrera gracias a un letal Alejandro Alpízar

Limón distó de la buena imagen que había dejado en la fechas anteriores

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San Isidro de El General. El errático equipo de Pérez Zeledón recuperó su identidad guerrera al frenar ayer 2 a 1 a Limón, que venía cosechando buenos resultados en las últimas jornadas.

El otro que también se redimió con dos dianas fue el goleador Alejandro Alpízar, quien se reencontró con su lado matador, y honró su sobrenombre.

El duelo arrancó a las 11 a. m. en el Estadio Municipal de Pérez Zeledón, donde los locales apenas habían podido disputar dos de las seis fechas jugadas y ayer, con el debut en el banquillo de Víctor Abelenda, salieron con la victoria.

En el papel, el partido prometía ser un choque condimentado por la cercanía de ambos conjuntos en la tabla de posiciones, pero en el arranque solo los generaleños estuvieron empeñados en cumplir esa expectativa.

Apenas a los 13 minutos, Alpízar empujó un balón con mucha calidad hacia las redes, desde el manchón de penal.

Los generaleños mostraron gran química entre sus jugadores, quienes a punta de paredes y combinaciones descifraron el laberinto caribeño.

Limón, por su lado, dedicó la primera parte de la segunda etapa a contraatacar y recurrir a la suerte, a la hora de enviar balones largos a sus delanteros Winston Parks y Steven Calderón.

El juego pronto perdió intensidad y entró en un sueño prolongado que solo la polémica supo despertar: el árbitro Ricardo Cerdas anuló un gol legítimo al generaleño Roy Myrie al 45', por una supuesta falta sobre el arquero Román Arrieta en el área pequeña.

Sentencia del Matador. Tuvo que ser una genialidad de Alpízar al minuto 65 lo que terminó por hacer justicia en el Valle del General: el exalajuelense definió con clase tras una jugada de pared accidental con un defensor verde.

Luego de la anotación, Limón finalmente dio señales de vida y tuvo uno que otro asomo al arco de Luis Diego Sequeira, pero nunca con claridad.

Al 81', el pequeño Richard Castañeda anotó el descuento de penal, que serviría como premio de consolación, pese a no haber un esfuerzo notable que galardonar de parte de la Tromba del Caribe.

Esos últimos diez minutos del partido tuvieron el picante y la nervia que debió haber existido durante el resto del compromiso.

El ida y vuelta en ambos marcos fue un verdadero come uñas para los pocos presentes en el reducto del corazón de Pérez Zeledón.

Mientras Parks inquietaba la zaga sureña con unas escapadas por los costados, Luis Stewart Pérez disparó un trallazo directo al travesaño.

Pero la sentencia la había dictado Alpízar desde hacía 25 minutos, e hizo respetar su ley: los tres puntos se quedaron en el Valle de El General.

Los locales cumplieron con una victoria en casa, pero principalmente, hicieron olvidar las sombras del recién destituido de su cargo, el estratega Marvin Solano.

El conjunto verde cayó al octavo lugar, justo por debajo del que ofició como su verdugo de ayer.