Brujas no pudo emular a su par en la desgracia, Barrio México, y con un equipo lleno de fantasmas cayó derrotado 1-3 ante Pérez Zeledón.
Hechiceros y canelas son dos equipos de Minor Vargas, preso en Estados Unidos por supuesto fraude. Los mexicanistas vencieron 3-2 a la Liga el miércoles, también en el estadio Cuty Monge.
Doblete de Juan Diego Monge (31' y 62') y debut en la tabla de goleo de Deybid Elizondo (50') bastaron para la derrota de los hechiceros, que descontaron con tanto de José Luis Cordero (63', de penal).
Como bien lo explicó el técnico de Brujas, Luis Torres, después del partido, “en la cancha teníamos 11 hombres, pero muchos sin alma”.
Los generaleños borraron con orden y disposición a un plantel, que tenía la cabeza en otro asunto: el futuro de un club en el que reina la incertidumbre.
Desde el arranque se notó que a los hechiceros les pesaba como fardo la difícil situación que atraviesan: su jerarca en líos legales fuera del país, propuesta de reducirles el salario a la mitad y cederlos a préstamo a otros equipos de Primera.
Por ello, los sureños no encontraron resistencia desde el arranque y Elizondo se perdió abrir la pizarra al 16' cuando quedó solo y envió fuera con la cabeza.
Luego, fue nada más esperar, pues a los 31' cayó el primero con Monge a pase de un hacendoso y menos violento Erick Marín.
Apenas se inició el segundo tiempo y Elizondo consiguió aumentar en otra perfecta habilitación de Marín (minuto 50).
Monge consiguió su primer doblete en el torneo al 62' ante pase de Roberto Mudarra. Fue el 0-3.
Cuando al 63', José Luis Cordero descontó de penal, algunos esperaron una remontada como la de Barrio México ante la Liga, 24 horas antes, pues perdía 0-2 y ganó 3-2.
Pero hubo dos diferencias: Brujas nunca tuvo arrestos para hacer tal faena y el tiempo ya era muy poco como para intentar la empresa.
¿Por qué dos equipos en situaciones similares (Brujas y Barrio México) tienen comportamientos tan diferentes? Ambos técnicos y la ciencia de la psicología tal vez nos puedan dar luz sobre este paradigma del futbol costarricense.