¿Cómo asumió que Daniel Casas le llamara árbitro localista y maricón?
Me sorprenden las palabras que él utilizó y me dejan frío. Uno como que ya va agarrando que el papel de villano, para bien o para mal le pertenece. No tengo las palabras para contrarrestárselas a él.
¿Él lo buscó a usted al final del juego?
No. Yo sí noté que salió molesto y se veía en su rostro, asumo que conmigo, pero no hablé con él y por eso no reporto nada en el informe. De frente Casas no me dijo nada, que pena que se refiriera así. A veces uno se calienta y dice cosas por no conectar...
¿Cabe la posibilidad de que usted lo demande por llamarlo maricón?
No creo, eso muere deportivamente hablando. En esto del arbitraje uno va agarrando ese caparazón de absorber lo bueno y repeler lo malo que le dicen. Que sea la Comisión de Arbitraje la que maneje la situación administrativamente.
Prefiere dejar el tema en sus superiores.
Entiendo que es parte del juego, que pena que don Daniel cometiera ese error tan efusivo. Y como dije, lo dejo en manos de mis jefes para dedicarme a lo mío pues debo darle prioridad a la jornada próxima.
¿Qué criterio tiene de que él calificara su trabajo como asqueroso?
Es el criterio de él. Tiene derecho a decir si uno es malo pero cuando uno emite un criterio debe ser respetuoso, aunque no lo comparta(...) Que pena que no le pareció la forma en la que dirigí el juego pero estoy tranquilo.
Es poco usual que un técnico se refiera con esos calificativos hacia un árbitro...
Yo no recuerdo una declaración con esos términos pero no le pongo mucha atención. Siempre estamos en el ojo de la polémica. En mi caso ni sufro ni me acongojo pero sí las declaraciones son fuertes.
Sobre la tarjeta roja en 40 segundos, no todos los réferis se animan a hacerlo, quizás eso contrasta las palabras de Casas hacia usted...
Estuve muy cerca de la jugada y en el momento consideré sacar la tarjeta roja. No lo dudé, incluso los jugadores de Pérez Zeledón me dijeron que apenas era la primera falta, pero yo no tengo que esperarme a que sea la segunda o la tercera para tomar una acción de esas. Las decisiones hay que tomarlas con la cabeza y no con el corazón y no es fácil dejar a un equipo de visita con diez hombres ante un cuadro fuerte como el Herediano.
¿Le quedó alguna duda?
Es que es el rol de villano que uno debe asumir, en el momento vi que era tarjeta roja innegociable. No tenía nada más que hacer que sacar la roja. Estoy seguro que no fallé en esa acción y mi conciencia está muy tranquila.