Alajuela.
Patrick Pemberton, portero de Alajuelense, de nuevo fue el salvador del equipo con sus atajadas.
En el clásico, le negó el gol a David Ramírez en dos ocasiones. Una fue en el primer tiempo, cuando Johnny Acosta perdió el balón con Daniel Colindres, en la línea. El esférico llegó al atacante, quien se dio vuelta y remató potente de derecha, pero Pemberton rechazó con el brazo.
La segunda fue la más emotiva para los liguistas. En la agonía del partido, Javier Loaiza falló al intentar rechazar un centro y Ramírez recibió el esférico solo, casi en el área pequeña. El morado remató potente, pero de nuevo Pemberton se impuso.
"Soy portero y debo darle confianza a los compañeros y responder en el momento en que se necesita. Por dicha pude intervenir en esa última jugada para darle la tranquilidad al equipo", aseguró Pemberton.
El guardameta no es de autoelogiarse, pese a que la fanaticada liguista lo alabó por sus atajadas.
"Por dicha pude repeler esa pelota. Estaba bien ubicado y reaccioné de buena manera", agregó Pemberton.
En el juego ante Saprissa, Patrick tuvo cinco atajadas, aunque en tres no tuvo mucha dificultad para dejarse el balón.
Además, falló en una salida, en la que Jonathan Moya logró ganarle el balón de cabeza, pero para suerte del rojinegro y desdicha del morado, la redonda pasó cerca del vertical izquierdo del guardameta.
Pemberton ha sido punto alto del equipo erizo. No solo anoche salvó el marco, sino también ante Herediano (2-1) y Carmelita (1-0).