Reynaldo Parks, presidente de la Asociación de Jugadores Profesionales de Costa Rica (Asojupro), afirmó que si un futbolista firma un contrato con el empresario que contrató a Alonso Solís y Argenis Fernández, es como hacerlo con un fantasma, por lo cual no recomienda ese decisión.
“Que nadie sepa la identidad de ese contratista es nuestra principal razón para pedirle a los jugadores que no firmen con él. Si no hay información de quién es, es como firmar con un fantasma”, aseveró.
Dijo no entender cómo jugadores “firman un contrato con una persona que apenas conocen y no saben quién es ni su trayectoria. Hay empresarios que quieren comprar y comprar jugadores y eso es peligroso para el futbol”.
Añadió que si lo hacen, los futbolistas quedan en desventaja.
“No hay respaldo para el jugador en este tipo de contratos y así se lo hemos manifestado a ellos”.
Explicó que el empresario es un tercero que no tiene nada que ver con el futbol.
“Si mañana el empresario desaparece, el futbolista queda desamparado, sin ninguna garantía, pues el único contrato que vale es que el que se hizo con el club y que se depositó en la Fedefútbol”.
Agregó que si eso sucede, nadie le pagará lo que le daba el empresario, pues el equipo solo está obligado a honrar lo que quedó estipulado en ese contrato.
“Lo que suele pasar en estos casos, es que el grueso del salario está a cargo del empresario y lo del equipo el mínimo y si desaparece, solo recibirá esa pequeña parte.
“Hay casos en que el empresario paga casi todo el salario y cede el jugador al equipo. Eso es peor, pues el jugador queda atado a un equipo que no está obligado contractualmente a pagarle. ¿Cuál futbolista costarricense juega en la Primera con el salario mínimo? Por eso les decimos que no firmen con representantes, sino con los equipos”.