—¿Qué mensaje le da a la afición que pasó del apoyo a insultos en Pérez Zeledón?
—Lo primero que siento es vergüenza, vergüenza deportiva de que no nos hayan acompañado los resultados, de lo que se refleja dentro de la cancha; sin embargo, es una disculpa reiterada a la afición por el momento que estamos pasando, pero en estos momentos damos la cara y siempre vamos a estar. Estamos en las alegres y felices, y en estas que son complicadas vengo y doy la cara.
—La dirigencia dará a conocer medidas sobre el plantel en los próximos días y todo apunta a separación de jugadores. ¿Cómo toman esto?
—De los 14 años que tengo de estar en la institución nunca había vivido un momento así tan complicado, viví momentos difíciles, pero este es el más trascendente. Estamos anuentes a que habrá cambios, puede haber salidas, habrá llegadas, pero eso se lo dejamos a la gerencia deportiva, cuerpo técnico y directiva y que con sabiduría tomen las mejores decisiones, porque acá lo más importante es la institución, el manudo de corazón que quiere ver resultados. Los que somos liguistas y sentimos esta camiseta queremos lo mejor para la institución. Ojalá se pueda empezar a dar, desde las decisiones, la gente que venga y a quienes les toque dar un paso al costado.
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—¿Qué pasa con los jugadores de la Liga?
—Creo que en gran parte, en algunos partidos, los resultados no nos acompañaron, en otros los rivales nos superaron. Somos un plantel grande, todos quieren jugar, pero ha sido más por un tema de lo que hemos dejado de hacer a nivel individual, que nos venía dando resultados en las primeras ocho fechas con Wílmer López, pero tuvimos una recaída, nos fuimos contagiando y se agrandó. Hicimos lo imposible para revertirlo y cuando lo hacemos, no nos perdonan, como en Pérez Zeledón, con un gran primer tiempo de la Liga, pero en el segundo tiempo vino el penal, la expulsión, buscamos el resultado y terminamos perdiendo. Rescato la proyección de muchos jugadores que se da con Wílmer, como el crecimiento de Barlon Sequeira, Darío Alfaro ha hecho un torneo aceptable y le dará mucho a la Liga, Bryan Jiménez, Din John Arias... hay cosas buenas en este proceso de Wílmer.
—¿Cómo evalúa su torneo?
—Con Benito Floro jugué los partidos, con Wílmer me tocó ser jugador de cambio, ingresando en la mayoría de encuentros, con otro rol. A Wílmer lo conozco desde hace muchos años, fui compañero en la media cancha, lo respeto, lo admiro. Haber ido a la banca no va a cambiar mi pensamiento hacia él y espero que de él hacia mí tampoco.
—¿Cómo está el grupo?
—El grupo es de muchos jóvenes, hay que tratar de hacerles saber que este club es muy exigente, que demanda mucha presión, pero hay que tratar de alejarlos de todos los murmullos. No hay que hacerlos partícipes, obviamente tienen que vivirlo porque la Liga es esto, la presión del día a día, de ganar, pero se trata enseguida de cambiarles el chip, de que hay mañana y está la posibilidad del domingo de hacerlo de la mejor manera, he hablado con ellos a nivel individual y grupal y les dije que quien quiera ser figura en la Liga tiene que convivir con esto.
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—Si la Liga pierde el domingo y se da una combinación de resultados, quedan a cuatro puntos del último lugar.
—Hay que tratar de ganar, tenemos que apuntar arriba, a ganar, a estar en lo más alto y el domingo es una oportunidad linda para ganar, porque es nuestra casa, aunque nos ha costado. En los últimos partidos ha habido cosas positivas, se trabajará en pos de eso y a los chicos se les dirá cuál es el proseguir día a día. No quiero ser negativo, matemáticamente estamos ahí, mientras tengamos posibilidades vamos a pelear hasta lo último. Entiendo la molestia de la gente.
—¿Teme que le toque ser separado?
—Uno está preparado para esto, uno sabe que está jugando su último tiempo, si tocara la posibilidad de dejar la institución, hablaremos con el presidente y la gente que está a cargo, pero hoy no pasa eso por mi cabeza, pero sé que lo que hice estos 14 años quedará en la memoria de muchos liguistas, entrené como profesional, me comporté como un profesional.
—¿Cómo se le pide a la afición que venga a apoyar el domingo?
—Después de perder el clásico 2-0, mi hijo de tres años me preguntó cómo quedó el partido y le dije que perdimos el clásico 2-0. Me dijo: 'Vamos a jugar al fútbol' y le dije: '¿Qué camiseta se quiere poner?' y me dijo: 'La de la Liga'. Estamos creando una enfermedad que es la enfermedad liguista, y al otro día se puso bufanda de la Liga para ir a la escuela, entonces cómo explicarle a la gente que venga el domingo, eso es un sentimiento, una pasión, va más allá del resultado, así hemos sido los liguistas, así es mi nene de tres años que va con una bufanda de la Liga, todos lo miraban y lo mirarán así el resto de la vida, porque él será igual de enfermo que el padre con la Liga.