En Saprissa se frotaban las manos, el gol de Ariel Rodríguez a los 65 minutos llenó de alegría a los morados, pero John Jairo Ruiz le apagó la sonrisa a los morados.
Trallazo al ángulo y golazo de Ruiz que provocó que los aficionados florenses cantaran “es para vos, es para vos”, a los saprissistas. 2 -1 a favor de Herediano al cierre del encuentro y merecido, porque en la mayor parte del partido, el Team fue mejor.
Ruiz se lució, su gol fue una joya y algunos aficionados en broma decían que fue tan fuerte el remate que afectó las torres de iluminación.
Las luces empezaron a apagarse y encenderse con el gol de John Jairo, parecía que parpadeaban y quedó la sensación que fue adrede para festejar la conquista, pero no, el fluido eléctrico falló.
“No es casualidad, porque en el Colleya pasa, no es casualidad. Gente que dice que le hace bien al fútbol y se cag... en el fútbol”, decía Pablo Arboine cuando enviaron a los jugadores a los camerinos, mientras que sus compañeros le decían que se callara.
Antes de que todo eso pasara y se diera un tiempo de espera para solucionar el problema con las torres de iluminación, Ariel Rodríguez, quien estaba en la banca; y por momentos, lucía inquieto, parecía que podía ser la solución para Saprissa.
Incluso, en un instante, Ariel se levantó del banquillo y llamó a Kliver Gómez para darle indicaciones. En otro momento, reclamó al árbitro una falta contra uno de sus compañeros. “Ehhh, profe, ¿y la falta?”, gritó, y en la cancha el juez central no lo escuchó o, al menos, no prestó atención.
Terminó el primer tiempo, y Ariel se quedó calentando; ingresó y empezó a inquietar. En dos ocasiones estuvo cerca de anotarle a Aarón Cruz. Ariel entró enchufado y le dio mayor presencia a su equipo en la ofensiva. Con él y con Orlando Sinclair, quien tenía dos meses y medio sin jugar, parecía que Saprissa lucía otra cara, hasta que John Jairo Ruiz se destapó con ese golazo..
Ariel Rodríguez encontró su premio a los 65 minutos, en una acción donde los jugadores de Herediano se quejaron, pidieron una falta de Kliver Gómez a Deyver Vega, pero el árbitro no la vio. Kliver siguió con la pelota, no lo marcaron, centró y Ariel, con su olfato de goleador, estuvo atento para sacudir las redes.
Ariel corrió a festejar con sus compañeros, y en el banquillo, Rándall Row, asistente de Vladimir Quesada, cerraba los puños en clara señal de que acertaron con la variante.
Para Saprissa el empate era un enorme respiro, sobre todo porque el inicio del torneo no ha sido bueno para el equipo, pero John Jairo les dijo no celebren tanto y otra vez los puso contra la pared. Con el resultado, los morados se quedan con cuatro puntos de 12 posibles.