Otro castigo que queda en suspenso

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El castigo en suspenso al Eladio Rosabal Cordero remite a un episodio similar del futbol tico: los jugadores de Liberia Mía que no cumplieron de forma automática un partido de sanción por acumular tarjetas amarillas.

Este caso ocurrió en la semifinal del Campeonato de Verano 2009 ante Saprissa. Los pamperos Pablo Salazar, Minor Díaz y Michael Umaña recibieron la quinta amonestación en el primer duelo de la serie, pero no tuvieron que pagar el castigo en el encuentro de vuelta porque el Tricoa (que tenía integrantes diferentes a los de ahora) le dio curso a una apelación del conjunto guanacasteco.

En ese momento Liberia Mía estaba dirigida por Mario Sotela, quien ahora participa en la administración del equipo Herediano. En una entrevista en el periódico Al Día , del 20 de octubre pasado, el gerente rojiamarillo Cristian González afirmó: “A partir de hoy don Mario es el soporte de la institución, don Mario es la cabeza del equipo. Doña Roxy ha estado un poquito enferma y don Mario asumirá toda la responsabilidad”.

El caso de las tarjetas amarillas de Liberia Mía provocó una fuerte crisis institucional que obligó a la Fedefutbol a intervenir. La final contra el Herediano quedó en el aire por unos días, mientras se aclaraba el panorama. Finalmente los jugadores liberianos pagaron el castigo, cuando ya había pasado la serie contra Saprissa.

A raíz de ese episodio la Asamblea de la Unafut destituyó en pleno al Comité Disciplinario, el Tricoa y un miembro del Consejo Director. Por su parte, la Fedefutbol recomendó separar al Tricoa de la Unafut y pasarlo al ente federativo; sin embargo, un año y medio después tal reforma no se concreta.