¿Qué significa para usted llegar a Saprissa?
Es un gran paso en mi vida futbolística porque uno siempre aspira a mejorar y crecer. Gracias a Dios se dio como me lo propuse y como toda la vida lo quise. Estoy muy contento y motivado de llegar a un equipo que está plagado de buenas figuras y de buenas personas.
¿Se había cumplido su ciclo en Cartaginés?
No, pero hay oportunidades que aparecen y no se pueden dejar ir porque son metas de uno. Cuando llegué a Cartaginés lo hice con el objetivo de quedar en la historia de ese club, pero no se dio. Salgo agradecido de Cartaginés y sé que ellos conmigo también.
¿Soñaba con vestir la camiseta de Saprissa?
Siempre busqué esta oportunidad en Saprissa y no la iba a dejar pasar porque era una meta que tenía de llegar a este club. Desde que debuté me dije que de Pérez Zeledón tenía que salir a un lugar mejor y al equipo que llegara tenía que seguir creciendo profesionalmente.
¿Tenía todo negociado para llegar a Saprissa como agente libre en junio?
Estábamos negociando esa opción de llegar a Saprissa en junio. Fui tan leal y transparente que le dije a la directiva de Cartaginés que tenía esa oportunidad y que la quería tomar porque era progresar. Estoy contento por la forma en la que se dieron las cosas.
¿Jeaustin Campos ya había preguntado por usted y le dijo que lo quería en el equipo?
A Jeaustin lo tuve en Pérez Zeledón y él sabe lo que puedo dar. Él fue una de las personas que me preguntó cuánto me quedaba de contrato en Cartaginés y me dijo que había interés en mí y eso hace que tenga más responsabilidad de llegar a un club tan grande.
¿Desde cuándo lo pretendía Saprissa?
El interés surgió cuando llegó Alexandre Guimaraes, pero no se dio y firmé con Cartaginés. Recientemente me contactaron para ver mi situación y les dije que tenía seis meses de contrato. Finalmente llegaron a un acuerdo entre las directivas y para bien de las partes todos quedamos satisfechos y contentos.
¿Que tanto le costó ser jugador de Saprissa?
Desde los 13 años iba a probar a las ligas menores de Saprissa. Recuerdo que fui como seis o siete veces a probar y mis primos me vacilaban y me decían “pruebita” porque iba una y otra vez a las canchas anexas de La Sabana, pero era complicado, aunque no me desilusioné y seguí con el sueño que tenía intacto.
¿Al no pasar esas pruebas llegó a pensar que nunca vestiría la camiseta de Saprissa?
Soy una persona que pone los sueños y las metas en manos de Dios y cuando uno hace eso las cosas llegan tarde o temprano. Eso me empezó a marcar y me enseñó que debía redoblar esfuerzos.
¿La oferta de la S era muy buena como para no aceptarla?
No es tanto por lo económico, sino que va por lo futbolístico y lo que puedo aprender en un equipo como Saprissa, que es el más ganador de Costa Rica.