El peregrinar de Keilor Navas por España ha estado lleno de espinas desde su llegada en el 2010.
Su partida de Saprissa en julio de ese año lo llevó hasta el país ibérico. Ahí su fichaje por el Albacete, en ese entonces en la Segunda División, lo llenó de ilusión.
Sin embargo, no fue el mejor año para Navas y compañeros, ya que un año más tarde descendieron a la Segunda División B.
Fue entonces cuando el portero costarricense recibió la buena noticia de que su futuro no estaría una categoría más abajo, sino más bien cumpliría su sueño de militar en la máxima categoría, en la “Liga de las Estrellas”.
El Levante, un club de media tabla en ese entonces, lo recibió a préstamo en sus filas.
Empero, la buena actuación del meta uruguayo Gustavo Munúa relegó al tico al banquillo, hasta que le llegara su oportunidad en la Copa del Rey.
No fue sino hasta la última jornada de la Liga española, el 13 de mayo anterior, en el que Navas debutó en el marco del Levante en el torneo local.
Sustituyó a Munúa, quien estaba sancionado y su equipo derrotó 3-0 al Athletic de Bilbao, y visó el pase a la Liga de Europa por primera vez en su historia.
Ahora Navas pretende quedarse en el Levante la próxima temporada.