Montero es el grito de aliento desde el banquillo manudo

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Detrás de la figura del entrenador rojinegro Óscar Ramírez, aparece Mauricio Montero en su labor de asistente técnico.

No obstante, durante los encuentros de Alajuelense, el que más resalta en la zona técnica eriza es el popular Chunche.

Al ser Ramírez un poco más calmado y analista, legado de su pasado como volante creativo, Montero se convierte en la voz pujante y de mayor riñón desde el banquillo, herencia de sus antecedentes como defensor.

El Chunche grita, indica y motiva todo el partido.

“Yo lo disfruto porque soy liguista de corazón y por eso lo vivo intensamente”, contó Montero.

Según el Machillo Ramírez, su compañero mundialista de Italia 90 se convirtió en un baluarte de su cuerpo técnico, puesto que el propio equipo manudo “lo ve mucho más a él como un referente”.

Mas, Montero le bajó el tono a las buenas palabras del estratega y expresó que “yo aporto lo que tengo que aportar. En realidad soy muy callado. Observo tranquilo durante la semana. Pero cuando hay algo que decir, hablo fuerte, digo las cosas como son ”.

El Chunche, héroe rojinegro como jugador en los 80 y 90, arribó al cuerpo técnico del plantel de la Primera División el pasado torneo para ayudar al entrenador interino Luis Roberto Sibaja.

Sibaja le encomendó encargarse de la defensa y le cumplió.

Inclusive, los manudos alcanzaron en el Verano 2009 una marca de más de siete partidos de no recibir anotaciones y terminaron la fase regular con solo seis goles en contra en 16 juegos, siendo los menos batidos del certamen.

Este año también lo son, con diez tantos en 16 choques.

Sobre la situación de bonanza, Montero dijo que “estoy muy contento porque veo los frutos, sobre todo que los jugadores aceptan el trabajo como yo lo quiero, que es a una muy alta intensidad”.