Michael Barquero rompió todos los libretos y vivió su revancha en el clásico

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Todos sueñan con ser héroes en un clásico nacional.

En ocasiones terminan siendo las figuras esperadas; pero, en otras aparecen otros que no estaban en planes.

Ayer, cuando Saprissa más lo necesitaba apareció el lateral izquierdo Michael Barquero, quien se encargó de rescatar un barco morado a medio hundir.

Tuvo culpa en el primer gol de Alajuelense, cuando Kevin Sancho le robó la marca y cabeceó para vencer a Donny Grant.

Pero pronto Barquero se repondría, y con dos goles y una asistencia en la recta final del primer tiempo se trajo abajo todos los libretos y pasó a ser héroe morado.

Y aunque su equipo no logró los tres puntos al final, Barquero sirvió de trampolín anímico para animar el partido.

“Cuando el profesor da la orden de que uno va de titular uno tiene que esperarse lo que sea, porque uno siempre tiene que estar listo para ayudar al equipo sea defendiendo o atacando.

Uno desde que se pone los tacos tiene que salir con la idea de estar anuente a lo que pase y siempre para colaborar al grupo”, expresó Barquero.

Pero no solo sus dos dardos y su asistencia le dieron el pergamino de figura del clásico. Su buen juego, y hasta jugadas de lujo le acompañaron en una mañana inolvidable para el pequeño zurdo.

Revancha. “Creo que sí es uno de mis mejores partidos; no solo para mí, es un premio para la afición, para nuestras familias, para el grupo que ha venido trabajando cada entrenamiento, cada partido como una final”, agregó.

Para Barquero, lo de ayer fue una revancha personal, luego de vivir una pesadilla por haber salido expulsado en un clásico anterior, muy criticado por su mala actuación en ese juego.

“Creo que eso lo pensaba desde que terminó aquel partido allá, aunque ganamos yo tenía esa espinita y tenía que sacármela. Es algo que tiene cada jugador, una revancha y así fue para mí, desde que comencé la pretemporada”, aseguró.

Sin embargo, el capítulo no cerró de la mejor manera para el zurdo, quien salió expulsado cuando se encontraba en el banquillo en la celebración del empate morado.