Marcel Hernández mantiene encendida la llama de la esperanza brumosa

Una solitaria anotación del cubano le sirvió a Cartaginés para continuar con la meta de clasificar al alcance, ya que está a tres unidades del cuarto puesto con tres juegos por disputar

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Cartaginés estaba, previo a la jornada, en condición crítica; sin embargo, una genialidad de Marcel Hernández mantiene encendida la llama de la esperanza por clasificar. El cuadro brumoso se impuso 1 a 0 a Grecia, como visitante, y recuperó el terreno que había perdido al caer contra Saprissa a mitad de semana.

El partido fue de media cancha, no fue sencillo para ninguno de los dos equipos, al punto que se volvió un cotejo demasiado trabado y que solo se podía definir con una genialidad o un error. En el 77′ se combinaron ambas circunstancias, una falla en el pase de Kenneth Cerdas le dejó la pelota a Cristopher Núñez; el creativo tomó el balón y lo entregó rápido al cubano, quien corrió al área e ingresando sacó un derechazo que dobló la mano izquierda del arquero Keylor Herrera.

Hernán Medford aplaudió, Marcel lo volvió a ver desde el campo y le asintió con la cabeza. El Pelícano vivió un duelo intenso desde la gradería, debido a que cumple una sanción, estuvo incómodo: subía su pierna izquierda sobre la derecha y viceversa, se quitaba la gorra y se la volvía a poner, el timonel no encontró sentirse tranquilo en las graderías del Allen Riggionni.

La victoria fue brumosa, pero también pudo ser griega, ya que en el primer tiempo Josué Martínez tuvo su ocasión cuando una pelota le pasó al frente en el área pequeña, pero no la pudo empujar al fondo del marco.

El equipo dirigido por Roberto Castro tuvo la posesión de la pelota, administró los tiempos; sin embargo, nunca disfrutó de la profundidad para generar una aparición salvadora de Darryl Parker.

Por su parte, los de la Vieja Metrópoli no son una oncena que domina a placer. Tampoco es la escuadra que crea muchísimo juego; en cambio sí es un equipo lleno de hormonas, un cuadro que lucha cada pelota y que no le importa cómo llega al marco contrario: a puro trabonazo con el contrario o por pelotazo desde su zaga.

Así, al referente ofensivo, Marcel, no le importó terminar los últimos cinco minutos del encuentro como un tercer contención. El isleño dejó sus funciones como goleador y se puso el traje de candado para chocar y recuperar.

A los 90 minutos le faltaron emociones; no obstante, para los intereses de los equipos en este momento del certamen, lo trascendental es sumar y Cartaginés lo consiguió.

El final del cotejo fue un monólogo, los brumosos terminaron con 10 de sus 11 hombres en su área sacando las pelotas aéreas que llegaban de parte de los griegos. El aporte desde el banco de Ronaldo Araya y Jurguens Montenegro le permitió desahogo a Cartaginés, cuando parecía que la presión se lo comía.

El partido fue feo, porque solo dos llegadas peligrosas se dieron en todo el duelo, empero los tres puntos son oro para el vencedor.

Marcel Hernández, con el pitazo final, acató a arrodillarse, exhausto cayó al suelo, sus compañeros lo auxiliaron, mientras desde el banco brumoso salió una frase: ‘Seguimos vivos, dale que seguimos vivos’.

Para los blanquiazules todavía el objetivo no está perdido.

“Nosotros teníamos claro que en este partido había que ganar, el profe salió con esa intención porque si queríamos seguir en la pelea debíamos sumar de tres y bueno al final lo logramos. Ahora seguimos ahí y sin derecho a fallar si es que queremos pelear hasta el final”, manifestó el delantero cubano.

La llama de la esperanza continúa encendida para Cartaginés, un equipo que con corazón en el campo se niega a morir y está a tres puntos del cuarto lugar.