Limón. No obstante la victoria de ayer, 1-0, ante Cartaginés, Limón cerró la temporada con un panorama gris y un rumbo incierto.
El equipo verdolaga sufre una grave crisis institucional pues su presidente, Carlos Pascall, guarda prisión preventiva, en razón de que es acusado de haber recibido $30 millones (¢15.000 millones) provenientes del contrabando ilegal de tabaco en EE. UU. El juicio será del 14 al 31 de agosto en el Tribunal Penal de San José.
Además, el técnico de los caribeños, el uruguayo Fernando Sosa, terminó contrato ayer, así como algunos de los jugadores. Esto podría complicar la situación del plantel si no consiguen amarrar a sus figuras.
El estratega Sosa calificó como “desastrosa” la temporada que ayer terminó para su equipo.
“Hicimos los puntos necesarios para alejarnos del descenso, después vino un bajonazo en la efectividad y perdimos ocho partidos, pues llegábamos (al marco rival), pero no concretábamos. El equipo se desesperó”, aseveró.
Delberth Camerón, quien anotó el único gol ayer 91', narró la penurias que viven los jugadores:
“Tenemos siete u ocho meses de no recibir salario, pero eso no se reflejó ayer en la cancha porque Cristo es quien nos da la fuerza. La plata no es todo en la vida, mas es necesaria y no entiendo por qué los directivos no buscan los medios”.