Liga recuperó algo de su honor

Cristian Oviedo le cambió la cara al equipo y le dio el triunfo al minuto 90

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Alajuela. La Liga regresó de México con la confianza rota. Tanto la de sus jugadores como la de sus aficionados. Ayer ante Belén tenía la posibilidad de empezar a repararla; pero, casi la estropea más.

Sin embargo, no lo hizo. Ganó en prácticamente la última jugada y se aferró a la punta del Invierno 2012: premio a no dejar de luchar por más mal que se juegue.

El gol de penal de Cristian Oviedo (fuera o no fuera mano), al 90’, provocó festejo y desahogo en todo el Alejandro Morera Soto. La gente se fue con algo de alegría a su casa.

No obstante, no se puede obviar el flojo rendimiento de los rojinegros durante gran parte del duelo.

Desde el jueves pasado cuando regresaron al país, los futbolistas manudos manifestaron que los cinco goles que les endosó Tigres en Monterrey habían quedado atrás. No fue del todo cierto.

La confusión con la que los rojinegros saltaron a la cancha fue evidente para cualquiera con algo de vista, conociera o no de futbol.

Durante todo el primer tiempo, no hubo ideas en ninguna línea y no hubo conexión entre ellas. Sí hubo dudas en cada pase y sí hubo dudas en cada espacio que quedó para remate. Así es imposible generar lo suficiente para vencer.

Obligación. Alajuelense sabía que tenía que ganar para seguir en la cima. Durante toda la etapa inicial lo intentó. No se puede decir que sus jugadores no corrieron, pero se equivocaron casi siempre. No se puede decir que no se esforzaron, pero casi nunca la hicieron correcta. Es más, podrían irse los “casi”.

La afición no es tonta y todo eso lo cobra. A veces reconoce el sudor, pero en este momento el dolor del feligrés rojinegro no lo deja analizar con claridad. La única medicina es el triunfo, el cual no aparecía.

Por eso, ya ni siquiera encontró a quien silbarle. Se metió con los suyos, con los otros, con los árbitros. Bueno, no solo hubo un equipo en el campo de juego.

En medio de toda ese infortunio de los erizos estuvo Belén, con un buen manejo táctico, con un esquema que le permitió ir al frente por ratos y defenderse bien en otros. Su planteamiento fue merecedor de aunque sea un punto.

Soñó con el. Se le esfumó en el epílogo, gracias al conocido buen toque de Oviedo.

No obstante, el volante no solo marcó la anotación de la victoria.

Cuando ingresó de cambio en el complemento, le dio algo de cara a su equipo. Le dio un poco de llegada, le dio cambio de ritmo. Le dio algo que rescatar en una noche que casi le sale cara a los de casa.