Leonardo Garnier: “Vivir de la fama es difícil; la gente te saluda, pero no te da trabajo”

Leonardo Garnier

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Un censo de La Nación denotó que el 57% de los jugadores de Primera División sí terminó la secundaria. ¿Qué le dice ese porcentaje? ¿Le sorprende que sea mayor que la media del país?

Por el promedio de edad de los futbolistas yo me habría imaginado que el porcentaje hubiese sido menor. Pero bueno, si es mayor es positivo para todos.

Si hay un 57% que se graduó, quiere decir que hay un 43% que no lo hizo. ¿Existe alguna iniciativa para ayudar a los futbolistas y, por qué no, a los deportistas en general, a terminar el colegio?

Es que eso ya está funcionando. No es un programa exclusivo para futbolistas o deportistas; son los programas de educación abierta del Ministerio de Educación que hay disponibles para todos los que no terminan la secundaria en la edad que corresponde.

La psicopedagoga de Saprissa, Alina Chaves, dijo que, en conjunto con Asojupro, presentaron un proyecto al MEP sobre el tema, ¿qué sabe de él?

Hemos encontrado dentro de los programas de educación abierta que cuando la dinámica es grupal y no por cuenta propia es muy exitoso. Por ejemplo, el INA le da tiempo al final de la tarde a sus empleados para que lleven clases y los apoya con los útiles. Con ellos armamos un programa en que ellos ponen las instalaciones y nosotros los docentes. Algo así fue lo que nos presentó Saprissa para todas sus divisiones y también para muchachos de Tibás que quieren obtener su bachillerato. Está en análisis.

Sin embargo, Saprissa tiene recursos diferentes a todos los equipos de Primera. No son muchos los que puedan hacerle frente a esa iniciativa...

Es que la educación abierta es para eso. Lo que no veo es porque va a ser distinto un futbolista de un mensajero. Lo que se tiene es una población de 20 a 30 y tantos que no acabaron bachillerato. Pero le reitero que existe esa modalidad empresarial. Hay unas ocho o diez que lo hacen, entre ellas Spoon, Taco Bell... No veo por qué una empresa futbolística, no. Lo que se tiene que entender es que si sus empleados jóvenes se quedan sin bachillerato, se les pone un techo laboral. Si lo logran, más bien es una reacción positiva para la empresa.

¿Cuál es el costo?

No tiene un gran costo para las empresas. Este es básicamente el espacio que se les presta y el rato al final del día. Una iniciativa así debería analizarse más en el apoyo anímico y en el incentivo que se le da a los trabajadores.

Chaves dijo que a los futbolistas les da vergüenza regresar a las aulas cuando ya son conocidos. Quizás aquí sí se puede generalizar a todos los equipos...

Bueno, esa es una razón interesante que no habíamos contemplado. En ese caso se puede hablar con la Fedefútbol para hacer algo parecido a lo que propuso Saprissa pero para todos los equipos. Se puede armar algo que sea un ejemplo.

El porcentaje de la promoción de la primaria es del 99%, ¿ese ustedes lo todavía lo evalúan o es demasiado básico?

Ahora yo digo que laboralmente, sacar el sexto grado ahora solo sirve para pasar a sétimo.

¿Y que 41% terminaron o están en la universidad?

En el pasado muchos futbolistas estaban a la espera de convertirse en la superestrella con un contrato en el extranjero. Creo que ya entendieron que la mayoría no termina así, por lo que buscan una herramienta para cuando a los 30-35 años terminen su carrera tener en qué apoyarse. Vivir de la fama es muy difícil, la gente te saluda, pero no te da trabajo.