Los dos efusivos festejos que ha protagonizado Michael Barrantes con Saprissa pueden tener algunos denominadores en común como buena técnica, potencia, que fueron golazos, pero hay uno que es el principal: apareció sin marca y con ventaja.
Para Barrantes, ir adelante en su lectura de juego es vital si quiere seguirse haciendo presente en las redes durante el Clausura.
“Es muy importante ir adelante en la jugada, sobre todo en este equipo en el que atacamos mucho, hay que estar presentes en el área rival. Yo tengo que estar muy pendiente del rebote y de mi colocación en la segunda bola”, explicó el contención.
Teniendo en cuenta esto, agregó que su madurez le da mayor claridad para saber dónde podría caer el balón o cómo podría quedar solo frente a la pelota.
“Esa lectura hay que tenerla lo más clara posible y ese es uno de mis trabajos”, acotó.
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Es claro que en esto tampoco es que hay algún secreto específico, pero hay aspectos que lo han caracterizado durante toda su carrera, como la manera de pegarle al balón de media distancia.
El futbolista es enfático en que la posición y cómo incline su cuerpo a la hora de efectuar el disparo es fundamental.
“Tiene mucho que ver la técnica, pero es que también se puede tenerla, pero si no se está bien posicionado, no sirve de nada, es un complemento de muchas cosas que hay que saberlas llevar en el momento justo”, externó.
Eso sí, el jugador no se vanaglorió por los dos goles, sabe que esto apenas comienza y es claro en que el club tiene potencial para desarrollar aún un mejor fútbol.
Afirmó que hay cuatro pilares que ha utilizado a lo largo de su carrera: “Humildad, trabajo, esfuerzo, sacrificio y amor por la profesión”.
El próximo reto de Barrantes y compañía será este sábado a las 8 p. m. ante el Herediano en el Eladio Rosabal Cordero.
“Herediano es un rival muy difícil, lo respetamos muchísimo, pero tenemos que hacer lo que mejor sabemos que es ir a buscar los tres puntos, porque queremos seguir en el liderato. Yo me centro en mi equipo y no en lo que hacen los rivales”, agregó.
El mediocampista también hizo un recuento de su último año de carrera, en el que admite que en el Cartaginés no le salieron las cosas como deseaba, pero que en Grecia fue otra historia, tanto así que le permitió regresar a su equipo: el Saprissa.
De ahí el beso en el escudo por cada ocasión que perfora la red.