Heredia. Una vez más, la Universidad de Costa Rica tenía todo para acercarse al Puntarenas FC en el fondo de la tabla, pero sus limitaciones y sus ansias lo condenaron de nuevo y cayeron 1-3 ante Santos.
Ayer el Eladio Rosabal Cordero fue su casa, localía que no pesa, como tampoco ha pesado el Ecológico a lo largo del Torneo de Verano.
Su gladiador, su hombre referente, su goleador, Minor Díaz, jugó a pesar de estar lesionado.
La ocasión lo ameritaba, la situación no podía ser más comprometedora, pero el escenario terminó siendo el mismo con los académicos cabizbajos, tristes y casi tirando la toalla en su lucha por matenerse en la Primera División.
Por contraparte, los guapileños ahora sueñan tranquilos en su peregrinar por el certamen, dejaron de pensar por completo en el tema del descenso, esa palabra tan tenebrosa para algunos, pero tan cotidiana para los de la U.
Esperanza. El gol de Minor Díaz apenas a los cinco minutos de iniciado el partido llenaba de esperanza a los albicelestes.
Era como esa medicina que necesita el enfermo para sentirse mejor de los males que padece y que hacía ver una posible mejoría de su equipo en una batalla que parece perdida desde hace mucho.
No obstante, Santos tuvo temple, se dio cuenta de las deficiencias universitarias y salió de su encierro para remontar.
Primero fue Cristian Blanco, el maestro de la orquesta guapileña, quien se destapó con un golazo cruzado al ángulo superior derecho del arquero Chacón al minuto 11. Aparecieron las caras de susto locales.
Con el control del partido, Santos continuó su asedio y consiguió el 1-2 por intermedio de Starling Matarrita, al aprovechar una tremenda desatención de los zagueros Owen Solís y Omar Royero.
Ya para el complemento, la Universidad de Costa Rica lo intentó por todos los medios. Dejó un poco de lado el esquema, las ideas, para imponer el ímpetu, las ganas, pero no fue suficiente.
Más bien, ya en el epílogo el ariete santista Mario Camacho logró sentenciar el 1-3 con un cobro de penal, al minuto 85 del partido.
Así, la situación de la Universidad de Costa Rica se torna más compleja, aunque sus contendores al descenso no triunfaron (Puntarenas FC y Brujas FC) el ambiente derrotista que se respira en la casa estudiantil es evidente.
En tanto, por el bando guapileño, el propio técnico Gustavo Martínez se mostró contento con el triunfo y expresó que “nosotros no estábamos pensando en el descenso, más bien queremos mejorar y clasificar a la siguiente fase del torneo. Vamos por buen camino”.