El fútbol tico vivió un nuevo altercado por el tema de las barras bravas. Esta vez los protagonistas fueron integrantes de la Ultra .
Desde horas antes del duelo de ayer entre el Saprissa y Limón, dos sectores de esta agrupación se enfrentaron entre sí, en las afueras del reducto tibaseño.
“Es un conflicto entre miembros viejos y nuevos de la Ultra, que viene desde el viernes”, dijo el subdirector de la Fuerza Pública, Francisco Cordero.
El oficial agregó, incluso, que ayer hubo un acuerdo con la dirigencia morada para no permitir el ingreso de esta barra al estadio. Por ello, la Fuerza Pública empleó ayer a cien oficiales alrededor del inmueble tibaseño.
Por otro lado, los más afectados del suceso, nuevamente, fueron los aficionados y sus familias, puesto que muchos ingresaron tarde al encuentro para evitar ser parte de los disturbios.
“No me quise meter a la boletería porque vi que estaban agarrándose. También ahí estaba la policía”, dijo Rafael Herrero, quien continuaba fuera del reducto con sus dos hijas, 20 minutos después de haber arrancado el juego.
No fue hasta las 11:30 a.m., que la Fuerza Pública finalmente logró evacuar a los miembros de la Ultra , al encaminarlos hacia el centro de Tibás y lejos de la muchedumbre.
Agresión. Sin embargo, de camino, los revoltosos lanzaron objetos hacia la entrada sur del estadio y golpearon en la cabeza a un guarda de seguridad con un tubo de metal.
La víctima, identificado por sus compañeros de trabajo solo como “Freddy”, fue enviado inmediatamente al hospital, pues su rostro derramaba bastante sangre.
Los seguidores que no eran identificados como parte de la Ultra , pero que tenían entrada sur, también tuvieron complicaciones para accesar, debido al cierre de la gradería (donde la barra se instala). La mayoría fue reubicada en otros sectores del estadio.
No obstante, otros no ingresaron y deberán volver a la instalaciones moradas por un reembolso.
Se intentó hablar con Juan Carlos Rojas, presidente saprissista, pero no contestó su celular.