La dinámica en las visorías es simple, según dicen los expertos.
Poner un balón a rodar en el centro de la cancha y ver la técnica que cada joven e ilusionado futbolista cultivó por si solo.
Ese es el elemento vital que cautiva el ojo de los visores de los clubes de la Primera División .
Todos los demás factores aducen que pueden pulirse con trabajo, tiempo y dedicación: físico, táctico, mental, etcétera.
“La Liga ha tenido una forma de jugar toda la vida, un estilo. Le pasa a todos los clubes. Deben tener una cultura. Aquí, el jugador que se busca es aguerrido, con temple, pero principalmente muy bueno técnicamente”, adujo el coordinador de ligas menores rojinegras, Enrique Vásquez.
“Por aprendizaje, yo me quedo con las primeras cuatro o cinco cosas que veo. Después yo sé que se van a equivocar en algunas. Mido, en primera instancia, la técnica, que no se puede enseñar. Después veo la inteligencia, rasgos de personalidad y la velocidad”, expresó el coordinador de divisiones menores de Saprissa, Gerardo Puro Ureña.
“Hay cuatro aspectos que son vitales: el técnico que es esencial, luego el táctico, el físico a y ahora también se acostumbra a evaluar el psicológico” manifestó el gerente deportivo herediano, Jafet Soto.
Más que dribbling. Sin embargo, la técnica no se refiere solo a quien engancha más lindo o quien conduce con la pelota más pegada al pie.
Existen conceptos técnicos específicos para cada uno de los puestos en el terreno de juego.
Como un arquero pone la rodilla en el piso para atrapar un remate raso; como un defensa se perfila para brincar por una pelota o enfrentar un mano a mano; como un volante logra girar hacia los dos lados; como un delantero pivotea.
Asimismo, los entrevistados señalaron que los futbolistas no deben pasar solo un filtro. Se acostumbra a que varios pares de ojos hagan la observación, para no “casarse” con solo una opinión.